Un terrible dilema.

Imagínate que vas en pantalón corto, llevas unas cartulinas de colores en el bolsillo y un silbato en la boca. Imagínate que ves un señor que se cae sobre la hierba. Imagínate que si pitas, te acusarán de atentar contra la dignidad de Catalunya. Si no pitas, te acusarán de ayudar a Zapatero en su tarea de desmembrar España. Alberto Undiano Mallenco, si te equivocas, estás perdido. Y si aciertas, también.

El derecho de la iglesia a excomulgar.

Creo que la semana pasada un club de golf amenazó a un socio con expulsarlo si volvía a presentarse en camiseta en el restaurante del club. A nadie, excepto al socio, le importó. ¿Por qué le damos tanta importancia a que un club privado como la iglesia dicte las normas para pertenecer a dicho club?
También me ha sorprendido la reacción de algunos de los miembros del club reclamando otra actitud de los dirigentes. Si no me gusta lo que hacen los dirigentes de mi club y yo no puedo hacer nada por elegirlos, mejor me voy a otro, o lo fundo, o me olvido de los clubs.
Para acabar, ¿por qué amenazan con expulsar a los que se quieren quedar y ponen tantas pegas a los que se quieren ir?

El lío del Alakrana.

Si no fuese por el sufrimiento de los pescadores y sus familias, el secuestro del Alakrana daría para una película de enredo. Políticos que claman contra la presencia del ejército español en el Gorbea, pero que piden que vaya a Somalia. Jueces que se quitan de encima un caso basándose en las radiografías de una articulación. Una pregunta,¿qué rehabilitación se le podría dar al chaval (si lo es) en un centro de menores en los pocos meses que faltarían para su mayoría de edad?. Políticos y periodistas criticando la actitud del gobierno sin ni siquiera insinuar cuál sería para ellos la solución.
Yo me voy a mojar. Los jueces sólo pueden actuar de acuerdo con las leyes, no podemos pedirles que dicten sentencias injustas y absuelvan a los acusados. Podrían, sin embargo, aplicar la doctrina Millet: libertad provisional sin fianza y obligación de presentarse una vez al mes en una comisaría. El caso de los espías franceses detenidos en Manresa demuestra que se puede hacer.
Y, a partir de ahora, ¿qué?. Pues se envía a los armadores un informe con recortes de prensa (en la Generalitat ya conocen a empresas que hacen informes a buen precio) para que vean lo que pasa si pescan por allí. Si siguen empeñados en faenar en Somalia, la culpa de los próximos incidentes, como en el caso de los excursionistas que no hacen caso de las advertencias, no será del gobierno.