viernes, 4 de julio de 2008

Entre manifiestos y "cridas".

Anda al panorama revuelto con la publicación de un manifiesto en favor del castellano y las reacciones adversas y favorables. Tanto un bando como otro dan por sentado un presupuesto no necesariamente compartido: mi patria es ésta y el idioma de mi patria es mi idioma. Como las patrias de los dos bandas no son conjuntos disjuntos, ya la tenemos liada.
Creo que era Baroja el que decía que el nacionalismo se cura viajando. El manifiesto en favor del castellano es una buena prueba de ello. La probabilidad de que en un establecimiento público no te atiendan en castellano es más baja que la probabilidad de que no te atiendan en catalán. Por lo tanto, cuando alguien dice que las castellanohablantes están discriminados en Cataluña, o no ha viajado a Cataluña o está elevando a categoría lo que sólo es una anécdota o es sencillamente un mentiroso. A mí en la Expo de Sevilla me atendió un joven en inglés que no entendía el castellano y no voy diciendo por ahí que en Andalucía se discrimina el castellano en favor del inglés. Es cierto que si alguien domina el catalán y el castellano tiene más posibilidades de éxito laboral que si sólo domina un idioma, pero es que en cualquier parte del mundo saber idiomas da oportunidades laborales, o ¿es que tú llevas a tus hijos a estudiar inglés para que de mayores liguen más en la playa?
Como la mayoría de los que vivimos en Cataluña no vemos amenazado el castellano, los que quieren hacer victimismo diciendo que es el catalán el que está amenazado (otra falsedad) han aprovechado la ocasión para rechazar el "ataque que sufre Cataluña". Uno de los más activos està siendo Àngel Colom. Un personaje que desembarcó en Esquerra Republicana, casi la hunde y que recibió el agradecimiento de Convergència en forma de pseudoembajada de Cataluña en Marruecos. Como tras dos derrotas seguidas de Convergència, el personaje se ha quedado sin "mamella", anda alborotando en espera que algún partido le premie sus desvelos.
Acabo recomendando que no se firme un manifiesto tan absurdo como su final:
"Firmas (orden alfabético): Mario Vargas Llosa, José Antonio Marina, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella, Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi Espada, Alberto González Troyano, Antonio Lastra, Carmen Iglesias, Francisco Sosa Wagner, Carlos Martínez Gorriarán, José Luis Pardo, Álvaro Pombo, Ramón Rodríguez, José Mª Ruiz Soroa y Fernando Savater" ¿Qué alfabeto usa esta gente?

domingo, 29 de junio de 2008

La trilogía de Nueva York

No sé qué demonios tienen estas tres historias inverosímiles para haberme atrapado. He intentado explicarle a alguien por qué me ha gustado tanto este libro y he sido incapaz de dar un argumento coherente. Así que, hazme caso, disfruta de este libro y no pares a pensar hasta qué punto estás tan cerca de la locura como los personajes de libro. O quizás sí, quizás entendarás mejor este libro si piensas que tú también estás loco.

miércoles, 25 de junio de 2008

El tiempo escondido

Este libro tiene muchos ingredientes para ser un Best Seller: una estructura de novela policiaca, un escenario (la Guera Civil Española) que nos sigue conmoviendo, un misterio por resolver y, sobretodo, una presentación completamente maniquea de la historia. Los malos torturan, los buenos dan palizas para escarmentar. Para hacerlo aún más llevadero, toda la novela mantiene la esperanza, de que al final ganan los buenos. No me ha gustado.

domingo, 15 de junio de 2008

Lenguaje sexista.

Ante los inmovilistas que pretenden fijar el idioma en un estado de discriminación sexista, propugno la evolución del leguaje. Me siento profundamente discriminado, como varón que soy, por el menoscabo que hace el castellano de mi condición humana. Por este motivo, reclamo que, cuando se hable de mí, se me llame persono. Así mismo, cuando se refieran a mi hijo, deberían hacerlo utilizando el palabro "criaturo"·

martes, 3 de junio de 2008

Historia de un idiota contada por él mismo.

Félix de Azúa aprovecha que se hace pasar por idiota para poner verde a la sociedad establecida. Memorable la crítica de la burguesía nacionalista catalana. En 1986 podía parecer absurdo hablar de "poder establecido" cuando, aparentemente sólo llevaban seis años mandando. Las reacciones de los convergentes ante la presidencia de Maragall y, sobre todo, de Montilla, revelan con qué sentimiento de propiedad conciben la Generalitat.
Volviendo al libro, a ratos es muy divertido, pero a ratos se hace pesado y en un libro tan corto me parece un grave defecto esta irregularidad.

viernes, 30 de mayo de 2008

Si te dicen que caí.

Un libro triste, muy triste. Unas cuantas vidas unidas por la derrota. Unos niños que quieren olvidar la derrota de sus padres, y que acabarán también derrotados. Unos adultos que, como si fueran niños, creen que la victoria todavía es posible. Unos vencedores tan miserables que no pueden escapar de la derrota que oprime a los que ellos vencieron.

domingo, 25 de mayo de 2008

La zafia publicidad de Intereconomía.

La TDT me permitió hace un par de días ver un anuncio de Intereconomía. Aparecía una foto de Churchill con un rótulo en el que ponía "Conservador". A continuación, una foto de Stalin con el rótulo de "Progresista". Para acabar, salía un letrero en el que decían algo así como que tenían calro a quién elegir. Es lo que pasa cuando se es tan estúpido como para establecer estadísticas con poblaciones de sólo dos elementos. Si los elementos escogidos hubiesen sido Pinochet y Olof Palme, también hubiese quedado claro a quién elegir, pero no serviría para demostrar su falacia. Voy a intentar refutar un poco de sutileza una argumentación tan burda.
1. Si hubiesen coincidido en el tiempo, ¿cómo se hubiera tratado el paso de Churchill por el Partido Liberal en una tertulia tan fundamentalista como la de El Gato al Agua?
2. Para mostrar ejemplos de progresistas funestos, es decir de personas que han pretendido cambiar la sociedad con resultados nefastos, podían haber escogido a Fidel Castro, Mao o Pol Pot. Stalin no intentó reformar nada, quiso mantener el régimen de Lenin, quiso continuar, conservar. Era un conservador, funesto, eso sí.