miércoles, 25 de mayo de 2011

Aprendamos de la derrota.

En Manresa, mi pueblo, el partido xenófobo Plataforma per Catalunya ha obtenido dos concejales. Mientras, Iniciativa per Catalunya Els Verds ha quedado fuera del consistorio. Todas las formaciones de izquierda lamentan el crecimiento de PxC. Como votante del partido de izquierdas que peor resultado ha obtenido, ICV, las lamentaciones me parecen insuficientes.Si un partido con un único punto en el programa argumentado con manifiestas mentiras y con un cabeza de lista de limitada capacidad oratoria y, presumiblemente, intelectual obtiene unos buenos resultados electorales; es que la izquierda en general e ICV en particular han hecho algo mal. Es que lo han hecho muy mal. Es que lo hemos hecho rematadamente mal.
Cada vez que nos han contado la historia del cochecito de bebé y no hemos dicho que esa historia era, además de falsa, absurda, hemos hecho mal.
Cuando para hermanar los diferentes colectivos de inmigrantes hemos montado un torneo de fútbol, hemos hecho mal. Hasta en las empresas más pequeñas saben que montar una liguilla entre departamentos es una garantía de conflictos.
Si en nombre de la tolerancia asistimos a una fiesta religiosa en la que se relega a las mujeres, hacemos mal.
Si no somos capaces de hacer entender a la gente de que hay más inmigrantes delincuentes porque hay más inmigrantes pobres, es que nos explicamos muy mal. Tal vez, emplear menos palabras como transversalidad o ecosocialismo nos ayudaría a ser más inteligibles.
Cuando casi nadie sabe que el número de horas que puede abrir un establecimiento depende de la superficie del mismo, permitimos que corran bulos acerca de la permisividad según la raza del dueño.
Si la gente piensa que la calidad de los servicios públicos se ve más afectrada por unos cuantos usuarios "añadidos" que por el fraude fiscal, es que no nos hemos atrevido a criticar y combatir como se merece la economía sumergida.
Resumiendo, hemos hecho una pedagogía pésima. Tal vez, emplear menos palabras como transversalidad o ecosocialismo nos ayudaría a ser más inteligibles.

lunes, 23 de mayo de 2011

Un sitio muy raro.

Vivo en un sitio muy raro. Una coalición calificada de terrorista por el Tribunal Supremo demuestra tener 313.000 partidarios y no se produce ningún acto terrorista.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Un poco de despotismo ilustrado, por favor.

El Ayuntamiento de Manresa decidió que el parque “Pintor Vila Closes” debía ser un parque de esos que aspiran a los premios FAD. El resultado fue una maqueta de parque preciosa. La inauguración del parque ya no tuvo tanto éxito: las plantas no crecieron como en los diseños por ordenador y lo que debía ser un muro vegetal resultó algo parecido a una jaula, la separación entre niveles dificultaba la accesibilidad a las diferentes zonas, algunas partes quedaban muy escondidas creando sensación de inseguridad etc. Para complicar aún más las cosas, el proyecto chocó con el presidente de la Asociación de Vecinos, Víctor Feliu. Este señor, escogido por sus asociados, se cree legitimado a hablar en nombre de todos los vecinos y decide montar el pollo: recogidas de firmas, asistencias a plenos municipales, pancartas y concentraciones de protesta…
Al final, el Alcalde que decidió gastar mucho dinero en un parque que la ciudad no necesitaba, acaba cediendo a las propuestas y gasta todavía más dinero en tener un parque más modesto que guste a los vecinos protestones.
Señor Camprubí (así se llama el alcalde de mi pueblo hasta el 22 de mayo), probablemente, la decisión correcta hubiese sido hacer un parque como el que tenemos ahora, nos hubiese salido mucho más barato. Pero, ya que se equivocó, no gaste todavía más dinero, no instaure la democracia decibelial haciendo caso al que más grite. Se ha comportado como esos árbitros que toman una decisión polémica y, ante la bronca del público, decide compensar la decisión inicial con otro error en otra jugada.

lunes, 16 de mayo de 2011

Abierto toda la noche.

Una novela de humor, de humor negro, para ser más exactos. Una familia formada por seis hermanos varones, los padres y los abuelos paternos. A la familia se acercan (y se acaban enredando en ella) una francesa, una prostituta, un psiquiatra de métodos revolucionarios, una enfermera geriátrica, la dependienta de un bar, una divorciada y una pareja de testigos de Jehová que más bien parecen mormones. Con mucho sexo, que eso siempre resulta un buen reclamo para la risa. El resultado acaba siendo algo así como una película menor de Berlanga y Azcona; con su eficacia para el disparate hilarante, pero con una trama olvidable y sin la carga crítica de las películas de los dos maestros.

martes, 10 de mayo de 2011

Un ex etarra recolectando votos para el PP.

El señor Ander Errandonea Arruti ha salido de prisión después de cumplir condena y lo primero que ha hecho ha sido desplegar una pancarta pidiendo el voto para Bildu. Raudos y veloces, el PP y sus voceros han reclamado la ilegalización de Bildu argumentando como prueba la susodicha pancarta.

  1. En esos momentos, el señor Errandonea todavía no había cometido ningún delito. No se puede argumentar en juicio alguno que ese individuo hablaba en nombre de ETA.
  2. Una vez ha cumplido condena, un expresidiario es libre de anunciar sus preferencias, culinarias, deportivas o políticas. Eso no puede ser un modo alguno una prueba de que existe connivencia entre el individuo y la institución publicitada. A ver si le van a aplicar la Ley de Partidos y van a prohibir la selección española de fútbol porque un etarra llevaba una camiseta de dicha seleección en su foto de perfil de Facebook.
  3. La palabra "eta" que aparece en la pancarta significa en vascuence "y". Podemos sospechar que la pinta de colorines para ensalzar a ETA, pero no creo que nadie se atreva a aportarlo como prueba en un juicio por apología del terrorismo.
  4. El señor Errandonea puede tener un pensamientos malísimos. Tener estos pensamientos puede ser pecado, pero nunca puede ser delito.
A todo esto, ¿quién gana con el acto publicitario?. Sólo se me ocurre un beneficiario claro, el PP.


Solar

Leí dos críticas de este libro, en Qué Leer y en Babelia, y las dos lo ponían por las nubes. Así que escogí esta novela para comprármela por Sant Jordi. El protagonista es un Premio Nobel que se embarca en un proyecto de fotosíntesis artificial para explotar la energía solar. Pero la novela no va de eso, eso es sólo el entorno que permite a Ian McEwan retratar a una persona que como todas, tiene momentos gloriosos y momentos mezquinos. La vida lo castiga y lo premia, pero, a veces, lo castiga por sus virtudes y lo premia por sus defectos. Leí en una entrevista que el autor anda algo mosqueado porque continuamente le preguntan por la energía solar y el calentamiento planetario, como si escribir una buena novela en la que un personaje conoce el tema hiciera al escritor tan experto como el personaje. Los diálogos entre científicos están bien documentados y escritos; tanto, que a los críticos literarios los ha convencido de que sólo un experto podía haberlos escrito.
Quiero hacer una pequeña crítica a la edición. Me compré el libro en formato digital (EPUB). En el libro, aparecen cuatro o cinco notas del traductor a pie de página. Los detalles de todas ellas se encuentran en la última página del libro y numerados con el número 1.

viernes, 6 de mayo de 2011

Nos hemos librado de un batacazo.

El Tribunal Constitucional nos acaba de librar de un ridículo espantoso, el que sentiríamos los demócratas españoles cuando el tribunal de Estrasburgo condenase al Reino de España por impedir la participación de Bildu en las próximas elecciones municipales.
Mientras tanto, el PP sigue apoyando a Batasuna en la propagación de la idea de que la justicia española no es más que un títere en manos del gobierno.

domingo, 1 de mayo de 2011

Si fuese supersticioso, tendría miedo.

Si yo creyera en la capacidad de algunas personas para subvertir o condicionar las leyes naturales (lo que los creyentes llaman hacer milagros),  estaría convencido de que al flamante beato Juan Pablo Segundo le cae mal Valencia. Como no soy supersticioso, sigo pensando que el accidente del Metro de Valencia durante el Encuentro Mundial de las Familias y la muerte del cardenal Agustín García Blasco (cuyo última archidiócesis fue la de Valencia) son meras coincidencias.