Mostrando entradas con la etiqueta 21D. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 21D. Mostrar todas las entradas

miércoles, 13 de diciembre de 2017

La hora de los traidores.

Si las encuestas electorales se cumplen, o solo se desvían algunos puntos, el próximo Parlament será un instrumento inútil para las grandes decisiones de la historia. Bueno, más que grandes, grandilocuentes. Ni podrá declarar la independencia ni sacralizar la unidad de España. Podrá hacer otras muchas cosas que nos pueden favorecer a perjudicar a los que quedamos amparados por su manto legislativo. Pero, para eso, será necesario que bastantes diputados se salten sus líneas rojas, ese mecanismo mental que venden como coherencia pero que apesta a fanatismo. Para empezar cualquier proyecto, hará falta que que un número importante de diputados pacte con aquellos con los que dijo que no pactaría jamás. Y tendrán que escuchar que todos los que están a su lado de La Línea Roja pero en otro partido les llamen traidores. Y, lo que es peor, muchos de sus votantes también se lo llamarán. Será el precio que tendrán que pagar para garantizar que la escuela respeta sus valores religiosos, o favorece la igualdad de oportunidades (que cada uno escoja); para presentar una candidatura decente a una agencia Europea... No hablo de tender puentes, restañar heridas, unir sociedades ni otras mil frases rimbombantes. Hablo de tragarse muchos sapos para poder asfaltar un puñetero camino rural. O seguir como ahora.
Ha llegado la hora de los traidores. Los necesitamos.
Y ahora, a seguir con los eslóganes. Cuantos más votos saques, menos sapos tendrás que tragarte.