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jueves, 26 de mayo de 2022

Si te toca, te jodes, que te tienes que ir.

 Os dejo por aquí esta bonita jota extremeña. Retrata la triste situación de los jóvenes pobres a los que el azar los mandaba a hacer el servicio militar y los dineros del padre no les remediaba la situación.

https://www.youtube.com/watch?v=O--0rkePKAk

Si las propuestas de la derecha triunfan y acaban de cargarse la sanidad pública, podremos reutilizar la letra con una pequeña variación: Si te toca, te jodes. Te tienes que morir.

lunes, 8 de junio de 2020

Para lo de la sanidad, no me sirve una solución capitalista.

El capitalismo se basa en que los consumidores escogemos lo que nos atrae más por calidad, estética, precio o porque hacen el mejor anuncio. Esos obliga a los fabricantes a hacer productos mejores, más bonitos, más baratos o a pagar anuncios más creativos. El capitalismo es cojonudo para hacer coches y que cada consumidor escoja el coche más chulo, el más fiable, el más barato, el de la marca que ha ganado el mundial de rallys, o no tener coche.
La salud, al contrario, no es un bien elegible. Todos queremos tener la mejor posible. Lo llevamos en los genes, nos ha permitido sobrevivir como especie. Si pudiésemos pagarla  y tuviésemos que pagarla, nadie dudaría en hacerlo. Nadie escoge el medicamento con la caja más bonita ni la operación de la que ha visto el anuncio más creativo. Someter la salud a la lógica capitalista no tiene ningún sentido. O sí lo tiene, pero es inmoral.

martes, 24 de abril de 2012

En defensa de los recortes sanitarios.

Vamos a ser claros. España tiene un problema a medio plazo, la crisis económica; y un problema a largo plazo,  la estructura demográfica. España es un país de viejos y,  si no ponemos remedio, será un país todavía más viejo. Durante el boom inmobiliario, parecía que se podía corregir gracias a la inmigración. Pero la crisis ha desvelado que no es así. La fuerza productiva que viene en tiempos de bonanza marcha en épocas de vacas flacas. El desmedido afán de Zapatero en proteger a todo el mundo con sus políticas de apoyo a los dependientes tiene un coste inadmisible para las arcas de España. Los recortes sanitarios no van a matar a nadie. Muchos pensionistas con escasos recursos se abstendrán de comprar medicamentos no imprescindibles para sus dolencias más leves. Esa disminución de la calidad de vida reducirá levemente la esperanza de vida. Al hacerlo masivamente, con una pequeña reducción de la duración de la vida, la pirámide de población rejuvenecerá y España se ahorrará muchos millones en pensiones. Decididamente, recortar en sanidad es una decisión muy acertada para España a corto y largo plazo.
Eso sí, para los españoles, los recortes son catastróficos. Una muestra más de los efectos nocivos de los patriotismos.

jueves, 10 de noviembre de 2011

No todos pierden con los recortes.

Hace 50 años, cuando España era un país subdesarrollado, se empezaron a construir en Cataluña las primeras autopistas. Muchas de las concesiones deberían haber caducado ya, pero se han ido prorrogando a cambio de rebajas a corto plazo en el precio de los peajes. Hoy en día, los catalanes somos los que más peajes pagamos de España, argumento que utilizan los nacionalistas catalanes para denunciar la discriminación del Estado Español hacia Cataluña. Pocas veces recuerdan que los principales accionistas de las autopistas, y beneficiarios de que no se mejoren las carreteras alternativas, son también catalanes.
Ahora, empujado por la crisis, el Consejero de Salud de la Generalitat de Catalunya, está practicando importantes recortes en la sanidad pública. De estos recortes se están beneficiando unas arraigadas sociedades catalanas: las mutuas. No sé si dentro de unos años, cuando la economía haya mejorado, en Cataluña tendremos la ratio más baja de gasto por habitante en sanidad pública, los nacionalistas se quejarán por ello y las mutuas engordarán sus resultados gracias a estas carencias.