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sábado, 1 de enero de 2022

El sesgo económico del primer nacimiento del año.

 Una de las noticias tradicionales del uno de enero es conocer al primer recién  nacido del año.  Es muy frecuente que ese primer nacido de la ciudad,  comarca, provincia,  comunidad o estado sea hijo de inmigrantes. En esos estercoleros que son ciertos rincones de Twitter,  aparecen muchos comentarios sobre la desproporción entre nacimientos de progenitores "autóctonos" y nacimientos de padres extranjeros. 

Pero, ¿de verdad son muchos más los nacimientos de padres inmigrantes? Sin tener ni un dato,  voy a aventurar una teoría. 

Los inmigrantes son más pobres que los nacionales. 

Los que tienen más dinero recurren más a la sanidad privada.

En la sanidad privada es más frecuente que se programe un parto.

Es extremadamente raro que se programe un parto el uno de enero. 

Los nacimientos del uno de enero salen en los medios de comunicación.  El resto,  normalmente no 

martes, 22 de marzo de 2016

Una situación incómoda.

La vergonzosa actitud de algunos hinchas del PSV en la Plaza Mayor de Madrid me recordó una situación que viví hace cuatro años.
Había corrido la media maratón Roma - Ostia y subí al tren que me tenía que devolver a Roma. Los vagones iban llenos de atletas cargados con las bolsas que dan al finalizar las carreras: folletos, alguna crema milagrosa, galletas y, aquel día, un tetrabrik con un cuarto de litro de leche.
En una de las primeras paradas, por el otro extremo del vagón, subió una mujer que parecía, por la indumentaria y las facciones, rumana y gitana. Empezó a pedir limosna. Darle la comida que llevábamos en las bolsas parecía una buena idea. Cuando llegó hacia la mitad del vagón, iba tan cargada de paquetes de leche que no sabía dónde ponerlos ni parecía tener fuerzas para acarrearlos. A partir de ese momento, la solidaridad se convirtió en burla, o eso me pareció a mí. Mucha gente continuaba cargando a la mendiga y ella seguía recogiendo la leche y guardándola en lugares cada vez más inverosímiles. Cada vez que se le caía un paquete, se oían algunas carcajadas. No me atreví a plantar cara a los burlones. No sabía quién daba la leche por altruismo y quién lo hacía para burlarse, no sé italiano y, sobretodo, soy un cobarde, siempre lo he sido.
Así que cuando la mendiga llegó a mi altura, la ignoré y miré por la ventanilla incómodo por no saber cuál era la actitud correcta.

viernes, 19 de agosto de 2011

Vete a tu casa.

Hace unos días circulaba (es un decir, estaba parado en un  atasco importante)  por una carretera bretona y el conductor de un coche que circulaba (también es un decir) en dirección contraria me gritó "va t'en chez vous".  Mis hijos me preguntaron qué había dicho. "Que nos vayamos a nuestra casa", contesté.
- ¿Qué hemos hecho?
- ¿Qué le pasa a ese tío?
- Por qué dice eso el cabrón.
Aparte de la recriminación por el taco, sólo se me ocurrió decirles que acababan de recibir una lección perfecta sobre el significado de la palabra xenofobia.