Mostrando entradas con la etiqueta Bescansa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bescansa. Mostrar todas las entradas

martes, 19 de enero de 2016

El numerito de Bescansa.

Las imágenes de Carolina Bescansa en el Congreso siguen dando que hablar. Casi todas las críticas que ha recibido pueden parecer razonables.
La inmensa mayoría de las trabajadoras no pueden llevar a sus hijos al trabajo y cuidarlos.
En el Congreso hay una magnífica guardería que para sí quisieran las trabajadoras de este país que tienen que hacer juegos malabares con los horarios para no abandonar a sus hijos y llegar a tiempo al trabajo.
Pocas madres tienen un jefe benévolo que les permita cuidar de sus hijos en detrimento del trabajo cuando surge un imprevisto.
Pues no, no me parecen razonables. Ya llevo tres frases que van por el mal camino. La crianza de los hijos debería ser  una responsabilidad compartida entre los padres. Si el niño se pone malo, no debería ser sólo la madre la que soporta las malas caras del jefe. Los padres también deberían saber el camino de la guardería. Y a mí me hubiera parecido más aleccionador ver al padre de la criatura con la criatura en la tribuna de invitados.
Y, seamos serios, el acto del otro día en el Congreso no requería mucha concentración. Se trataba de recoger el acta y dejarse hacer algunas fotos. Eso se puede hacer  con un niño en brazos, jugando con la tablet o escuchando el Carrusel Deportivo. Y Carolina Bescansa lo aprovechó para hacernos reflexionar, ¿qué debe hacer esta sociedad para que hombres y mujeres seamos tratados igual? Si la niña hubiese asistido en brazos de su padre a la tribuna de invitados, como yo proponía más arriba, ahora sólo debatiríamos sobre la corrección capilar.