Mostrando entradas con la etiqueta infraestructuras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta infraestructuras. Mostrar todas las entradas

martes, 26 de enero de 2016

No al desdoblamiento de la C-55.

Para desplazarte en coche entre Manresa y Barcelona sin pagar peaje, tienes que pasar por la carretera C-55. Si circulas por ella un domingo por la mañana, te parecerá que la carretera está bien, pero como la alternativa de pago es muy cara, los días laborables soporta unas densidades de tráfico muy superiores a las que puede absorber. El resultado: unas colas importantes y, lo que es peor, una alta siniestralidad. Muchas voces reclaman su desdoblamiento. ¿Es la mejor solución?
Un ecologista: No señor. La carretera recorre espacios de importante valor ecológico, como la ribera del río Llobregat o el Parque Natural de Montserrat, que se verían amenazados por el desdoblamiento de la carretera.
Un neoliberal. No señor. La empresa privada que arriesgó su dinero para construir la autopista lo hizo con unas condiciones de mercado. El desdoblamiento de la carretera alteraría manifiestamente esas condiciones y provocaría un considerable perjuicio económico.
Un anticapitalista. No señor. Es una clara muestra de las disfunciones que provoca el capitalismo. La sociedad no debería invertir sus recursos escasos en replicar un equipamiento que ya existe. En todo caso, se debería expropiar la autopista.
Un animalista. No señor. Una carretera es un peligro para los animales que pretenden cruzarla. El peligro se incrementa de manera exponencial con la anchura de la misma.
Un partidario de la economía de km 0. No señor. A lo largo de la carretera se han establecido una serie de pequeños negocios (bares, restaurantes, gasolineras...) que verían comprometida su viabilidad si la carretera se desdobla y se aleja de los centros urbanos.
Los de Igualada. No señor. Los de Manresa ya tienen dos carreteras gratuitas para llegar a Barcelona, la C-55 y la C-58. Tienen la autopista de peaje. Tienen dos líneas de ferrocarril, la Renfe y los Ferrocarriles de la Generalitat. En Igualada sólo tenemos la A-2 y los Ferrocarriles de la Generalitat.
De momento, todos están callados. Pero si un día algún gobernante decide solucionar este déficit de infraestructuras que sufrimos en el Bages, seguro que aparece alguna plataforma que reparte adhesivos en los que se lee "No al desdoblamiento de la C-55".