Bonita película.

La lucha de un personaje anónimo por evitar el drama al que le destina la pobreza. El protagonista aprovecha sus vivencias personales para responder las preguntas más difíciles de un concurso. El director utiliza esta historia para retratar una sociedad hundida en la miseria y en la que es muy difícil escapar del destino marcado por la cuna. Como todos habréis adivinado, estoy hablando de Historias de la Radio, aunque algún jovenzuela habrá pensado en Slumdog Millionaire

¿Es noticia?

En las noticias de Antena 3 están informando de una brutal agresión en Míchigan. Un estudiante de 16 años ataca a la conductora del autobús escolar. Le están dedicando tanto tiempo como al atentado de Pakistán en el que han muerto 8 personas. ¿Es noticia por lo inhabitual del hecho o porque tienen imágenes de la agresión y pueden alimentar el morbo?

Llegó la hora de saldar deudas.

Los partidos Socialista y Popular tienen una importante deuda con sus militantes en Euskadi. Ha llegado el momento de pagarla. Los que ejercen tranquilamente la política en Madrid no deberían obstaculizar el acuerdo entre López y Basagoiti con sus cálculos cicateros. Los que sufren en la política municipal vasca se lo merecen.

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.

La segunda entrega de la trilogía Millennium es más de lo mismo. El periodista Mikael Blomkvist sigue conquistando mujeres, dando lecciones de integridad profesional y resolviendo crímenes. Lisbeth Salander, por su parte, sigue demostrando una extraordinaria capacidad intelectual y repartiendo mamporros a diestro y siniestro, sin importar la fuerza y el tamaño del rival.

Pero mira que son tercos.

Les cuesta tanto a nuestros políticos reconocer un error, que creo que leyeron mal a Descartes. Su lema es "pienso, luego insisto".
La viñeta de Forges.

Los hombres que no amaban a las mujeres

Un periodista honrado, valiente, inteligente, comprensivo y conquistador (la perfección personificada, vaya) es contratado para descubrir quién asesinó hace cuarenta años a una adolescente perteneciente a una adinerada familia. Como es de esperar con semejante compendio de virtudes, resuelve el enigma para el que lo han contratado y, de paso, enamora a un par de mujeres, resuelve algunos asesinatos más y rehabilita su imagen pública. El libro me ha servido para saber que los suecos se pasan el día tomando café, contestan educadamente a las preguntas de cualquier curioso desconocido y consideran a España el lugar ideal para ligar (viva el alfredolandismo). Se trata, eso sí, de un libro muy ameno, sobre todo a partir de la página cien. Yo lo empecé a leer porque me apunté a un club de lectura en el que escogieron como primer libro "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" (hay que ser un poco raro para escoger como primer libro el segundo de una trilogía). Después de leer el primero, me apetece leer el segundo, pero no tengo unos deseos irreprimibles de hacerlo.

La Escopeta Nacional

Lo siento, sé que no resulta muy original; pero la idea de un ministro de justicia y un juez de la Audiencia Nacional cazando juntos me recuerda a la película de Luis García Berlanga. Si por lo menos hubiesen coincidido en un concierto de Sabina...