martes, 29 de mayo de 2018

Pequeños tesoros escondidos.

Hay quien dice que escuchar los informativos de la radio es un rollo.
Hay quien dice que interesarse por lo que pasa a miles de kilómetros de ti es absurdo.
Pero yo intento salir de casa cada mañana un poco antes de lo que necesito para llegar puntual al trabajo para escuchar "Mesa del mundo" en "Hoy por hoy".
Eso sí, debo admitir que lo hago sólo para escuchar la sintonía: Sinnerman, de Nina Simone.
https://www.youtube.com/watch?v=r57J0jPyZRs
Y la canción tiene algunos años más que yo.

lunes, 21 de mayo de 2018

El ¿miedo? a gobernar.

En las últimas encuestas, Ciudadanos aparece como el partido con mayor crecimiento. Su líder, Albert Rivera, fue campeón universitario de debate. Esa competición consiste en defender la posición que te caiga en suerte, estés de acuerdo con ella o no. O sea, que Rivera es muy bueno defendiendo cualquier posición. Si además puede escoger las cartas, será un rival imparable. Pero defender la homeopatía con oratoria es mucho más complicado que curar a alguien con homeopatía. Y creo que Rivera lo sabe, y ha decidido que no se le muera ningún paciente. La manera más sencilla de que no se te muera nadie es no tratar a nadie. Apoya al PSOE en Andalucía, al PP en Madrid y en España... pero no gobierna en ningún lado. Así seguro que no toma ninguna medida equivocada. Su objetivo es ganar escaños, no gobernar.

sábado, 28 de abril de 2018

¿Atraco o hurto?

No quería opinar en caliente sobre la sentencia de "La Manada". Pero quería opinar.
La gente anda especialmente soliviantada por la calificación de los hechos: abuso, pero no violación. Los delitos sexuales provocan mucha visceralidad, es muy difícil emitir un juicio sereno. Así que he decidido buscar una situación parecida pero sobre la que sea más fácil opinar con frialdad.
Imagina que un tío te pone una navaja en el cuello y te dice que le des el móvil, o la cartera.
Imagina ahora que cinco tíos como armarios te meten en un portal y te cogen el móvil, o la cartera.
¿En cuál de los dos casos te sentirías más acojonado?
Yo en los dos por igual. Y les daba el móvil, la cartera y el pin de las tarjetas.
Y me parecería justo que los jueces apreciaran la misma intimidación en ambos actos.

lunes, 16 de abril de 2018

Nosotros teníamos unas cintas.

El sábado volví a las andadas. Fui a escuchar a otra banda de tributo a Dire Straits. Esta vez no había butacas y pude deambular por la sala. Cuatro o cinco veces escuché frases que empezaban por "Yo tenía una cinta..." Lo cual me hizo consciente de:
a) El rock siempre fue más proletario que el pop. Los pijos podían comprar más vinilos.
b) Los que disfrutamos del concierto estamos, probablemente, tan caducos como las cintas de "cassette".
c) Las generaciones actuales morirían de impaciencia si para piratear un disco tuviesen que esperar lo que esperábamos nosotros para copiar una cinta.

martes, 13 de marzo de 2018

¿Lo habéis leído?

A finales del siglo XIX, Clarín publicaba La Regenta. Una novela ambientada en una ciudad provinciana, triste, opresiva, claustrofóbica. Quizá porque la ciudad quedaba tan mal parada, el autor decidió llamar a la ciudad Vetusta. Aunque todos sabemos que se trataba de Oviedo.
Medio siglo después, Miquel Llor publicaba Laura a la Ciutat dels Sants. Otra ciudad provinciana, triste, opresiva y claustrofóbica de la que el autor nos escamotea el nombre. Aunque todos sabemos que se trataba de Vic.
A principios del siglo XXI, sin embargo, ambas ciudades se muestran orgullosas de haber sido escenario de grandes novelas. En las dos se han publicado guías para recorrer los rincones retratados. En Oviedo, incluso, se le ha dado al nombre ficticio el mayor honor que se puede otorgar hoy en día: bautizar a un equipo de fútbol, aunque sea un filial.
Quizá hay gente que cree que el protagonista de una novela siempre es el bueno, mucha gente, demasiada gente. Tanta, que vuelven a aparecer voces que exigen censurar Lolita porque la novela "justifica la pederastia":

lunes, 12 de marzo de 2018

La privacidad.

Ayer me metí en un pequeño charco defendiendo el derecho de todo el mundo a soltar en privado burradas sexistas, clasistas, racistas, filoterroristas, creacionistas... a soltar en privado burradas ofensivas de cualquier tipo.  Venía a cuento de los chascarrillos machistas de Lluis Salvadó que hemos conocido "gracias" a la publicación de unas conversaciones privadas.
Hoy me voy a meter en un charco mayor. De todo este asunto, lo que me parece de verdad grave es que nos hayamos enterado de esas conversaciones. Desde el entorno de Lluis Salvadó, ya se ha denunciado el uso partidista de esa información y su filtración a los medios. Una denuncia probablemente hipócrita, puesto que los mismos que se escandalizaban de que se conociera el "criterio" de Salvadó difundieron con alborozo los correos en los que un individuo relevante se manifestaba emPalmado. Otra prueba de que la denuncia era hipócrita: un día después, se hizo pública otra violación flagrante del derecho al secreto postal. Esta vez no la ha criticado nadie. Se publicó una carta de "El Chicle" a sus padres. No he visto quejarse a nadie. Este individuo tiene todos los números para ser condenado a una larga temporada en la cárcel y, por lo que ha trascendido, se lo merece, pero no conozco ningún artículo del código penal que hable de penas accesorias en las que se especifiquen castigos de "aireamiento de la correspondencia privada".
Hoy he leído por algún sitio que también están disponibles para el morbo público  las grabaciones de las conversaciones telefónicas de la presunta asesina de Gabriel.
Sé que casi nadie se quejará, pero me parece muy grave que sea tan fácil hacer públicas las conversaciones privadas bajo custodia judicial, sean de Salvadó, de Abuín o de Quezada.

domingo, 11 de marzo de 2018

Contra el fanatismo puritano.

Se ha liado parda porque se ha publicado una conversación privada de Lluis Salvadó en la que el exsecretario de Hacienda hablaba de escoger una consejera de educación con tetas grandes.
No voy a hablar de la hipocresía de los opositores políticos que exageran su escándalo.
No voy a hablar de la hipocresía de los partidarios que disculpan el desliz cuando en su día se escandalizaron con declaraciones parecidas de sus adversarios.
Los que me dan miedo son los que es escandalizan sinceramente y exigen destituciones o medidas más graves. Este señor no estaba en un acto público, no estaba deliberando para escoger el candidato idóneo para un puesto, estaba charlando informalmente con un amigo. Todos deberíamos tener derecho a decir las mayores burradas en nuestro entorno. Castigar los comentarios privados me parece una forma más infame de la censura que castigar los públicos.
Se empieza despidiendo a alguien por decir en privado que hay que escoger una consejera con tetas grandes y se acaba metiendo en la cárcel a un rapero por hablar de poner bombas al rey.

P.D. Otro día hablaré de lo preocupante que me parece que nos enteremos de conversaciones privadas.