sábado, 29 de agosto de 2009

El ángel oculto

Una novela de lectura peligrosa para los que hemos pasado los cuarenta. El protagonista se da cuenta de que su vida no le gusta y escapa a Nueva York. A los veinte crees que te puedes comer el mundo haciendo cien cosas diferentes. Cuando pasamos de los cuarenta, ya hemos abandonado noventa y ocho de las cien y las dos restantes no han salido del todo bien. Una vez en Nueva York, descubre un tema que le apasiona y conoce a una mujer encantadora que resulta un provechoso braguetazo. A estas alturas, un cuarentón sensible está ya deseando romper con su vida actual y empezar una nueva en otro lugar del mundo. Lo más probable, sin embargo, es que ni siquiera tengamos la oportunidad de huir a Nueva York como el protagonista y nos deprimamos un poco más.

5 comentarios:

Anouska dijo...

Quédate donde y como estás. Sólo en casos extremos (el mío, quizás) se recomienda el cambio a partir de ciertas edades. ¿Dejar todo lo conseguido, la aburrida seguridad, por un sueño loco que satisfaga sueños juveniles no enterrados del todo? Nooooooooo. Hay un artículo muy bueno de Elvira Lindo que viene al caso. Voy a buscarlo y te lo mando. En cuanto a mí, quizás sí me vendría bien Nueva York o qúe sé yo qué: ¡pero qué pereza! En cuanto al resultado, vamos a ser realistas, no me saldría al paso el millonario más guapo del mundo. O sea que: madrecita, que me quede como estoy!

Anouska dijo...

El artículo de Elvira Lindo: "Víctimas de la revolución" El país, 05.04.09. Leélo!

Mariano Puerta Len dijo...

Leído.
De todas formas, en momentos como la vuelta de las vacaciones, puede resultar positivo albergar la ilusión de que "yo sería capaz de..." si eres capaz de no frustrarte por no intentarlo.

Anouska dijo...

Bueno, a la vuelta de las vacaciones se perdona todo. Ánimo!

Anouska dijo...

El acento de "leélo" debe ser porque acababa de estar con unas amigas uruguayas durante unos cuantos días (digo yo...!)