Los aficionados también compartían razonamiento. Es una pena que, mientras algunos deportistas cobran sueldos de escándalo, otros, que se esfuerzan tanto o más, no puedan ni siquiera competir. Pues sí, es injusto, pero estamos en una economía de mercado. ¿Cuánta gente asiste a los partidos de waterpolo? Es más, ¿cuántas entradas pagan en un años los aficionados que van a ver waterpolo? ¿cuántas camisetas o bañadores de su club compran los aficionados al waterpolo? El waterpolo no genera dinero. Y si los aficionados al waterpolo somos pocos y pagamos poco para el mantenimiento de este deporte, no podemos esperar que otros paguen más. Si queremos que este deporte sobreviva, habrá que rascar por el lado de los costes.
P.D. Este artículo habla de waterpolo porque mis hijos juegan a waterpolo, pero podríamos sustituir waterpolo por cualquier otro deporte en España, con la excepción de tres o cuatro clubes de fútbol, y el artículo sería igualmente válido.
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