jueves, 19 de mayo de 2016

Rehabilitación.

Año 2040. Luis Bárcenas, después de cumplir condena por los trapicheos para financiar al PP y su elevado tren de vida (no necesariamente en este orden), sale de prisión gritando a los cuatro vientos que no volverá a mangonear con el dinero ajeno. Cuando le preguntan por las cantidades sustraídas en los años locos de la burbuja inmobiliaria y los efectos en las arcas municipales, autonómicas y estatales, dice que entiende el dolor de los que vieron cómo se recortaba la sanidad y la enseñanza públicas. El entrevistador va más allá y le pregunta si condena aquel latrocinio. Bárcenas responde que se debería definir correctamente lo que es latrocinio y que si no se indaga en la raíz política del problema, nunca se podrá llegar a una solución. El extesorero del PP aprovecha para enviar su solidaridad con los presos políticos que siguen encarcelados: Rodrigo Rato, Rita Barberá... El presidente del Parlamento Gallego recibe con todos los honores a Luis Bárcenas.
¿Sigues pensando que la presencia del exsecuestrador Otegi en el Parlament fue una fiesta de la democracia?

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