sábado, 11 de septiembre de 2010

Una huelga general extraña.

Hace unos meses, tantos que ya no recuerdo la fecha exacta, los sindicatos mayoritarios convocaron una huelga general. El motivo, las medidas anunciadas por el gobierno para capear la crisis y que significaban un recorte considerable de los derechos de los trabajadores. Hasta aquí, todo normal.
Sí que resulta extraño que los medios afines a la derecha llevasen tiempo reclamando una huelga general. Reclamación que se convirtió en acusaciones de irresponsabilidad cinco minutos después de realizada la convocatoria, volviendo de esta forma estos medios a la normalidad.
También resulta extraña la fecha escogida para llevar a cabo la huelga. A mí me parecían lógicos dos momentos: inmediatamente después del anuncio de las medidas con los trabajadores sensibilizados, o poco antes de la tramitación parlamentaria para demostrar al poder legislativo el descontento de la población y convencerlo de que debía votar en contra de las medidas. Ni una ni otra. La huelga se desarrollará cuando el cabreo haya bajado bastante y las Cortes habrán decidido.
La sociedad actual se ha ido protegiendo de los errores a base de protocolos. Todas las profesiones que gestionan el riesgo (médicos, controladores aéreos, técnicos de mantenimiento, bomberos...) se han acogido a protocolos que coartan la libertad del profesional pero le ayudan a tomar decisiones correctas y, en caso de que las cosas vayan mal, culpar a un ente que no podrá ser castigado: el protocolo. Parece que los dirigentes sindicales también se han acogido al protocolo: cuando el gobierno recorta derechos de los trabajadores, se debe convocar una huelga general. Eso han hecho, pero sin convicción, un ordenador hubiese tomado la misma decisión con la misma frialdad.
Ahora sólo falta comprobar si el desarrollo de la huelga se ajusta más a la normalidad. Tengo especial interés en ver cómo se mide el éxito de la convocatoria. Lo normal es que se mida por el porcentaje de participantes en la huelga, cuando lo lógico sería medirlo por los derechos recuperados tras la huelga. Para mí, independientemente del índice de participación, la huelga será un éxito si obliga a rectificar significativamente al gobierno. Si el gobierno no se mueve un ápice de sus posiciones, siendo el gobierno más veleidos que recuerdo, la huelga será un fracaso.

jueves, 9 de septiembre de 2010

El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde

La descripción paso a paso de una drogadicción.
1. Experimentación.
2. Placer.
3. Tranquilo que yo controlo.
4. Las primeras efectos desagradables.
5. Intentos de abandonar la droga.
5. El síndrome de abstinencia.
Y 6. La desgracia final, o te mueres cuando estás bajo los efec tos de la droga o te suicidas en un breve momento de lucidez para no causar más daño.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Piras.

Un fanático religioso, Terry Jones, ha decidido saltar a la fama quemando ejemplares del corán. Aunque, como nos recuerda Manuel Rivas, los libros arden mal, las piras de libros acaban provocando otros incendios.
Que el libro que pretende quemar sea considerado sagrado, no me molesta porque no creo en los libros sagrados. Sin embargo, el pirómano sí que cree en la existencia de libros sagrados, por lo tanto le debe costar poco tomar conciencia del agravio que puede cometer.
El pirómano es un hipócrita que, en nombre de la libertad de expresión, realiza un acto que consideraría gravísimo si el agraviado fuera él.
El pirómano es un egoísta y mercantilista que, en una sociedad en la que hasta los líderes religiosos hacen publicidad para captar fieles, se acaba de ganar un montón de spots publicitarios para llenar su iglesia.
Pero el pirómano es, sobre todo, un cobarde. Sabe que, con toda seguridad, quienes reciban las represalias serán personas muy lejanas a él. Personas que se habrán sentido ofendidos por la quema de coranes serán víctimas de antentados de represalia y el pastor Terry Jones los utilizará como mártires propios.

martes, 7 de septiembre de 2010

Cese de las acciones ofensivas.

Decididamente, cuando estos chicos de ETA dejen las pistolas, la Real Academia de la Lengua tiene que ofrecerles un sillón; naturalmente el K. ¡Qué habilidad para utilizar el lenguaje y domarlo hasta crear frases como ésta: "cese de las acciones ofensivas". A mí no se me hubiese ocurrido una más corta que "Dejamos de poner bombas y disparar premeditadamente a la nuca, pero nos guardamos las armas en perfecto estado para seguir extorsionando y conseguir dinero, amenazando a los que no piensan como nosotros y por si tenemos que soltar algunos tiros en una situación comprometida como que nos pongan una multa de tráfico".
La decisión me parece un gesto, no llega a paso, en el buen camino. En baloncesto, por ejemplo, se llama finta a la acción de simular un lanzamiento a canasta para luego penetrar y anotar con más facilidad. ETA ya ha hecho muchas fintas y estamos avisados. No no podemos creer fácilmete una finta más. Mientras tanto, ETA se cree todavía en los años setenta, cuando la posesión era de 30 segundos. Han pasado 23, creen que les quedan 7, pero sólo les queda 1.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Un lloc incert (Un lugar incierto).

No sé muy bien por qué, pero esta novela me ha gustado menos que "La Tercera Virgen". Tal vez, las deducciones de Adamsberg me han parecido más cogidas por los pelos. Tal vez, el sorprendente final parece menos sorprendente si ya has leído otras novelas de Vargas. Tal vez, algunas casualidades me han parecido ya rocambolescas. O, tal vez, lo único que ha pasado es que he leído el libro la semana en que se han acabado las vacaciones y el retorno al trabajo me hacía menos receptivo a los placeres de la lectura.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Ecologismo vs. animalismo.

Estas vacaciones, en El Alguer, me encontré con una atracción turística que me llamó la atención. Se trataba de unos coches de caballos con motor eléctrico. La publicidad de la atracción destacaba que, de esta forma, los caballos se cansaban mucho menos.
Desde un punto de vista animalista, es una magnífica notícia: animales que sufren menos.
¿Y desde un punto de vista ecologista? Tras una visita superficial a la isla, por los saltos de agua, generadores eólicos, huertos solares y oleoductos que hemos visto; sospecho que el porcentaje de energía renovable que se utiliza para cargar las baterías de los carros es mínima. Además, gracias a la ayuda eléctrica, ahora sólo es necesario un caballo cuando antes se necesitaban dos o tres. Creo que, desde el punto de vista ecologista, se trata de una mala idea.

lunes, 30 de agosto de 2010

Negociar con terroristas.

Se me ocurrió retar a Ramón a opinar sobre tan peliagudo tema. Lo ha hecho y además me ha devuelto la pelota. Aunque ya hablé del tema cuando secuestraron el Alakrana, he recogido el guante sabiendo que me meto en un jardín del que es difícil no salir embarrado.
Ahora mismo, existen tres posturas conocidas:
a) La empleada por Zapatero con los secuestradores de Vialta y Pascual, negociar y pagar. No me gusta. Han obligado a terceros países a saltarse su legalidad liberando a un terrorista. Han aportado dinero a la banda que los secuestró, dinero con el que se podrán cometer más atentados.
b) La empleada por Sarkozy en el scuestro de Michel Germaneau. Es difícil dar por buena una propuesta que ha costado también bastante dinero al contribuyente y ha acabado con la vida del que se pretendía liberar.
c)
Ante la ineficacia de a) y b), abandonar a los secuestrados a su suerte. Mucha gente parece ser partidaria de esta opción, aunque todavía no aparezca ningún "lider de opinión" encabezándola. Me parece una opción egoísta y peligrosa. Se empieza así y se acaba omitiendo el socorro a un herido en accidente de carretera porque se la ha buscado él yendo demasiado deprisa.
Ninguna de las tres me convence.
Tal vez, definir terrorismo nos ayudará a encontrar una respuesta. Recuerdo haber leído que una acción terrorista es un ataque que intenta herir o matar a población civil con la intención de coaccionar a un gobierno. No todos los actos terroristas caben aquí, pero todos los actos que cumplen esta definición pueden calificarse como terroristas. Bajo esta definición, los mayores actos terroristas de la historia son los lanzamientos de bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Creo que el emperador de Japón hizo muy bien en someterse a las coacciones terroristas recibidas. Se debe negociar con terroristas, igual que se debe negociar con los atracadores de un banco que mantienen rehenes. Eso sí, los terroristas (y los atracadores de bancos) tienen que salir convencidos de que podían haber acabado peor, pero que no les sale a cuenta repetir la acción. Esta premisa no se cumple en el caso del secuestro de de Vilalta y Pascual.