viernes, 9 de julio de 2010

No quiero quedarme sin opinar sobre la sentencia del Tribunal Constitucional.

El titulo no hace referencia a qué sentencia, pero supongo que es fácil adivinar que me refiero a la sentencia sobre la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña. Llevo días dándole vueltas al asunto, pero no acabo de formarme una opinión. Podría decir la fantasmada de que he esperado hasta hoy para poder leer la sentencia y sus fundamentos, pero es, obviamente, entira. No me he leído la sentencia, ni el Estatuto, como la mayoría de los cientos de miles que se manifestarán mañana sábado y, me atrevo a decir, como la mayoría de los sesudos columnistas y radiofónicos.
Me gusta el Estatuto que ha quedado, pero no me gusta cómo hemos llegado hasta él. Me siento como si hubiera ganado un partido con un penalti injusto.
Me molesta que los dirigentes de los principales partidos catalanes digan que el Tribunal Constitucional no puede llevar la contraria a lo que ha votado Cataluña en un referéndum. Si un referéndum puede contradecir una constitución, no sirve de nada la constitución. Me han recordado a ciertos presidentes de club que acusan a los árbitros hacerlo mal porque llevan la contraria a los espectadores. Sin embargo, ver cómo se maquinaba para escoger los árbitros eliminando a uno porque dio un cursillo sobre reglamento a un o de los equipos, cómo se mantenían los árbitros escogidos por otro equipo a pesar de haber acabado su mandato, cómo tras ver la jugada repetida en la moviola durante cuatro años eran incapaces de llegar a una conclusión común, ha dado poca credibilidad a los árbitros. Volviendo al fúbol, si hay dudas sobre la falta, mejor no pitarla. Si se ha visto al árbitro de fiesta con los directivos de un equipo, todas sus decisiones estarán bajo sospecha.
A ver si al final van a tener razón los nacionalistas. Yo quiero seguir queriendo ser español, pero no sé si los españolistas me van a dejar.

viernes, 2 de julio de 2010

El lamarckismo subconsciente.

Durante años, los darwinistas discutieron con los lamarckistas sobre el mecanismo de la evolución. Los científicos acabaron dando la razón a los darwinistas. en nuestro fuero interno, sin embargo, somos más proclives a creer en el lamarckismo. Un ejemplo. Hoy se ha publicado que se han identificado los genes que permiten a los tibetanos vivir confortablemente por encima de los 4000 metros. En Catalunya Ràdio, la locutora que daba la noticia ha dicho que "los tibetanos tienen algunas mutacions que no tenemos los que no estamos acostumbrados a la altura". La locutora parecía creer que acostumbrarse a la altura acaba generando las mutaciones en los genes, todo ello tras haber afirmado, esta vez correctamente, que una evolución tan rápida (en sólo 3000 años), requirió una mortandad terrible entre los individuos que no tenían la mutación.

martes, 22 de junio de 2010

El amigo americano.

Todas las novelas de tom Ripley te dejan desasosegado porque te cae simpático un asesino. En ésta, además, acabas convencido de que cualquiera puede convertirse en asesino o cómplice si se le motiva convenientemente y sin necesidad de recurrir al odio o la venganza.
Como efecto colateral, esta novela me ha servido para asombrarme de la evolución de las tecnologías. Los protagonistas, para conocer el impacto público de sus asesinatos, esperamban impacientes la aparición de las primeras ediciones de los diarios. Los protagonistas de "siete días de julio", ambientada treinta y cinco años antes hacían lo mismo. Treinta y cinco años después de la publicación de "The Ripley's Game" (el título original de la novela), a nadie se le ocurriría esperar a la aparición de una edición impresa de un diario para informarse urgentemente de algo.

domingo, 20 de junio de 2010

La mano invisible.

El panadero necesita que el carpintero le haga una estanterías nuevas. El carpintero necesita un nuevo taladro. El ferretero tiene ganas de ir al teatro. El actor quiere hacerse un bocadillo. Nadie satisface sus necesidades o apetitos porque la crisis aconseja no gastar. ¿Estamos seguros de que el capitalismo es el sistema económico perfecto? Sí, ya sé, llegará el día en que el actor tenga tanta necesidad del bocadillo que necesite comprarlo y se romperá el círculo vicioso de la crisis. Pero ¿qué pasaría si el actor llegase a tener tanta hambre que decidiese robar el pan al panadero en vez de comprarlo?

jueves, 10 de junio de 2010

La tercera virgen.

Esta novela negra es muy buena, pero hoy me apetece proponer una lectura alternativa del libro. Recomendaría su lectura en algún seminario de gestión de equipos. Resulta una eficaz y amena parábola para explicar que un equipo puede gestionarse eficientemente si se saben explotar los potenciales de sus componentes y no nos empeñamos en superar sus debilidades, que pueden ser insalvables. Enseña también que una gestión desordenada puede no menoscabar el liderazgo del gestor si el líder sabe hacer el trabajo encomendado y no sólo dirigirlo. El timonel tiene que ser muy ligero, si no puede serlo, mejor librarse del timonel y que mande un remero.

viernes, 4 de junio de 2010

Apología del terrorismo.

En la edición del 3 de junio de 2010 del programa "El gato al agua", de Intereconomía, estaban debatiendo la decisión de la Ministra de Defensa, Carme Chacón, de prohibir que los militares presenten honores en la fiesta del Corpus en Toledo. Eduardo García Serrano estaba ingenioso y dijo "que vaya con cuidado la ministra jugando con la hostia, a ver si las dos hostias se las van a dar a ella".
Si la anterior frase la hubiese pronunciado en público un individuo con rastas, un pañuelo palestino al cuello y un apellido acabado en "etxea", a estas horas tendría que afrontar varias denuncias por amenazas y apología del terrorismo. Si la hubiese pronunciado Pepe Rubianes, no le libraría de una condena ni la parca.
Conociendo el actual funcionamiento de los tribunales, el castigo a Eduardo García Serrano se limitará a un par de grupos en Facebook afeando su delito.

viernes, 28 de mayo de 2010

Estoy harto.

Estoy harto de que los que se aprovecharon de las vacas gordas cobrando muchos trabajos en dinero negro se quejen de mantener funcionarios con los impuestos que no pagaron.
Estoy harto de oír a los que clamaban por frenar el despilfarro en funcionarios, se quejen también ahora que bajan el sueldo de los servidores públicos.
Estoy harto de que los funcionarios se quejen de que su sueldo reciba un pequeño recorte cuando la tasa de desempleo llega al 20%.
Estoy harto de que los estudios pagados por entidades financieras recomienden la jubilación a los 67 mientras las mismas entidades financieras jubilan a sus trabajadores a los 55.
Estoy harto de los prejubilados que se quejan de que perderán poder adquisitivo mientras sus compañeros que siguen trabajando pagarán su premtura jubilación.
Estoy harto de que nos receten austeridad para salir de la crisis cuando la solución sería que todos los que tienen gasten. No confundir con gastar lo que no se tiene como se ha hecho hasta hace poco.
Estoy harto de que me encarguen sacar un camión de la cuneta remolcándolo con un vespino. De que cuando el vespino se quede sin gasolina, tenga que pedalear yo. Y de que cuando el camión vuelva a la carretera, si no me arrolla, me guardarán un sitio en la parte de atrás del remolque, por la parte de afuera.