viernes, 28 de mayo de 2010

Estoy harto.

Estoy harto de que los que se aprovecharon de las vacas gordas cobrando muchos trabajos en dinero negro se quejen de mantener funcionarios con los impuestos que no pagaron.
Estoy harto de oír a los que clamaban por frenar el despilfarro en funcionarios, se quejen también ahora que bajan el sueldo de los servidores públicos.
Estoy harto de que los funcionarios se quejen de que su sueldo reciba un pequeño recorte cuando la tasa de desempleo llega al 20%.
Estoy harto de que los estudios pagados por entidades financieras recomienden la jubilación a los 67 mientras las mismas entidades financieras jubilan a sus trabajadores a los 55.
Estoy harto de los prejubilados que se quejan de que perderán poder adquisitivo mientras sus compañeros que siguen trabajando pagarán su premtura jubilación.
Estoy harto de que nos receten austeridad para salir de la crisis cuando la solución sería que todos los que tienen gasten. No confundir con gastar lo que no se tiene como se ha hecho hasta hace poco.
Estoy harto de que me encarguen sacar un camión de la cuneta remolcándolo con un vespino. De que cuando el vespino se quede sin gasolina, tenga que pedalear yo. Y de que cuando el camión vuelva a la carretera, si no me arrolla, me guardarán un sitio en la parte de atrás del remolque, por la parte de afuera.

2 comentarios:

Ramón Martín Cabeza dijo...

Y yo estoy harto de que todo el mundo diga estar harto pero todos nos lo miremos como simples espectadores.

Jordi dijo...

Y lo peor es que el conductor del camión sea el mismo que ya lo ha dejado a la cuneta una vez con lo cual es posible que lo vuelva a embarrancar.