jueves, 24 de marzo de 2011

La sentencia sobre Sortu.

Imaginemos un partido de fútbol en el que uno de los contrincantes ataca continuamente, lanza seis balones a los postes, falla un penalti y al final gana 1 a 0 por un penalti que no era. La victoria de este equipo será merecida, pero injusta.
Con la sentencia de Sortu tengo una sensación parecida. Creo que sus dirigentes simpatizan con ETA y que no merecen estar en las instituciones; pero eso lo puedo pensar yo como ciudadano anónimo. Les jueces deben atenerse a lo que está escrito en las leyes y a las pruebas presentadas, en este caso los estatutos de la formación y las declaraciones públicas de sus dirigentes. Y, tanto los estatutos de Sortu como sus dirigentes, dicen estar en contra del terrorismo. La Ley de Partidos no exige, ni puede exigir, que lo hagan íntimamente convencidos.

2 comentarios:

Inma dijo...

A veces las leyes permiten situaciones injustas.
Si los jueces, que son los que saben de leyes, llegan a una conclusión que nos parece justa, ¿debemos también preocuparnos?

Mariano Puerta Len dijo...

Repito que tengo la convicción de la ilegalización de Sortu es merecida, pero, como han manifestado algunos de los votos particulares, los jueces no pueden basarse en convicciones. Se trata, por lo tanto, de una ilegalización injusta.