Mira, para mí no somos lo mismo. No tenemos los mismos derechos. Así que no vengas a imponerme tu moral. La ley, de momento, me da la razón. Cada vez que decides boicotear una instalación y amenazar a sus usuarios, no solo estás quebrantando la ley. Estás mostrando al mundo tu intolerancia y tu fanatismo.
Hala, ya tengo artículo paral próxima vez que ataquen una clínica en la que se practican abortos o una granja en la que críen conejos.
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