viernes, 28 de diciembre de 2007

Admiro a Benazir Bhutto

No sé qué haría yo si presenciase una agresión. Me temo que, ante el temor de ser también yo agredido, miraría para otro lado. Por este motivo, quiero manifestar mi admiración por Benazir Bhutto. Sé que tenemos mucho más cerca (escribo desde Cataluña) ejemplos de personas que arriesgan su seguridad para defender pacíficamente sus ideas, pero, en el caso de Bhutto, no se trataba de un riesgo, sino de la seguridad de que acabarían matándola.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Las balanzas fiscales

Esquerra Republicana de Catalunya ha presentado, por boca de Joan Puigcercós, la balanza fiscal de Cataluña. De dicho documento, se desprende que lo más positivo para Cataluña sería la independencia. No han dicho nada de la balanza fiscal del barrio de Pedralbes, pero me imagino que su aportación neta al estado debe de ser como para declarar la independencia del barrio mañana mismo.
Además de lo manipulable que resulta el cálculo (las inversiones en el aeropuerto de Barajas se pueden considerar como inversiones para toda la península Ibérica o inversiones sólo de Barajas pueblo, según lo que queramos demostrar), me sorprende que lo utilice un partido que se proclama de izquierdas. Los que somos de izquierdas siempre hemos propugnado que la fiscalidad debe ser "desequilibrada" para compensar la distribución "desequilibrada" de la riqueza. Las propuestas de que todos paguen y reciban lo mismo del estado siempre han venido de la derecha, como el famoso poll tax de Margaret Tatcher.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Suave es la noche.

Hace poco, he leído este libro de Francis Scott Fitzgerald. Tengo la sensación de que lo olvidaré pronto. Me cuesta mucho impresionarme con los problemas de tedio, celos, alcoholismo de una clase adinerada y engreída como la que retrata el libro.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Inmigración ilegal.

Se ha celebrado en Portugal una cumbre entre la Unión Europea y África. Han propuesto muchas medidas, pero a nadie se la ha ocurrido que la manera más fácil (y probablemente la única) de acabar con la inmigración ilegal es hacerla legal. Existe otra forma, mejorar la vida de millones de personas en los países del Tercer Mundo, pero pero demasiadas personas con poder de decisión creen que sus bolsillos se verían seriamente perjudicados.
Hace algunos años, una gran superpotencia tuvo un problema similar: los pobres, que entonces venían del norte, querían entrar en el país rico. La miseria, como siempre, resultó más poderosa que el poder militar y el Imperio Romano se derrumbó.