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martes, 13 de noviembre de 2012

Creo en Dios, pero no creo en los curas.

Ésta es una respuesta que puedes oír frecuentemente si preguntas por la aparente contradicción de los que no van casi nunca a misa, salvo la primera comunión de sus hijos  o su propio entierro. Con la huelga general, me pasa algo parecido. Aunque estoy tan cabreado como mi amigo Javier Merino, me cuesta secundar la huelga debido a los mensajeros que me conminan a hacerlo. Creo que es necesario un movimiento obrero poderoso, que es una injusticia que paguemos los trabajadores los errores de los especuladores, que el gobierno debe saber que no puede sacar más jugo de un limón exprimido. Estuve afiliado a un sindicato. Hasta que me abandonaron por su cálculos electorales o personales. Probablemente soy egoísta, pero no pienso renunciar a un día de sueldo por una causa que considero justa siguiendo a guías de los que no me fío.

lunes, 12 de marzo de 2012

Algo más que justa y necesaria.

Los sindicatos convocantes de la Huelga General del 29 de marzo la han calificado de justa y necesaria. Estoy de acuerdo.
Es tremendamente injusto que la solución a una crisis provocada principalmente por la voracidad de constructores y banqueros la acabemos pagando los sufridos asalariados. Es absurdo que una crisis que ha demostrado la invalidez del modelo productivo se intente combatir con el abaratamiento de la mano de obra: el ejemplo es Finlandia, no Polonia. Para luchar contra esto es justo convocar una huelga.
La huelga es necesaria. Es necesaria para los sindicatos, que deben combatir la irrelevancia social a la que se han abocado con sus actuaciones a la lado de los trabajadores. Es necesaria para el gobierno, que debe mostrar a Bruselas la dureza de sus medidas.
Yo añadiré que la Huelga General es, además de  justa y necesaria, inútil. La Huelga General se convoca para suavizar la reforma laboral y el Gobierno no va a mover ni una coma. Los trabajadores sabemos por qué se convoca, pero no sabemos para qué se convoca y tenemos mucho miedo de cuánto nos puede costar.