lunes, 18 de julio de 2016

La prensa en papel ha muerto, ¿cómo hacer que viva la prensa digital?

El jueves de la semana pasada me fui a dormir con la noticia de que un camión había atropellado a una multitud en Niza y había causado, por lo menos, veinte muertos.
El viernes me fui a dormir sabiendo que los tanques circulaban por las calles de Ankara y no se sabía si Erdogan recuperaría el control de la situación.
Los dos sucesos pillaron a las redacciones de los periódicos con las ediciones prácticamente cerradas. Cuando, por la mañana, te acercabas al quiosco, tenías la impresión de que toda la oferta periodística había caducado. ¿Qué sentido tiene comprar un diario cuando sabes que el golpe de estado que anuncia la portada ya ha fracasado?
Las ediciones en papel subsisten porque tenemos interiorizado que los objetos materiales tienen valor y a la mayoría de la gente le parece feo coger un periódico de papel de un quiosco y marcharse sin pagar. Las editoras siguen recaudando más de los compradores y suscriptores en papel que de los digitales. Si todo el mundo abandona el papel, ¿quién pagará a los periodistas?
Si queremos tener periodismo de calidad, necesitamos convencer a la gente de que cuesta dinero y que vale dinero, aunque la información no venga impresa en un papel que aprovecharás para poner en el suelo cuando friegues la cocina.

sábado, 9 de julio de 2016

Referendos y mayorías cualificadas.

Cuando acabó el recuento del referendo del brexit, muchos partidarios de seguir en la UE se dieron cuenta de que habían infravalorado al rival. Ahora, montan manifestaciones reclamando un nuevo referendo.
Los que alababan el "espíritu democrático británico", supongo que estarán de acuerdo en celebrar el segundo referendo. Si una llamada a las urnas es una fiesta democrática, dos llamadas deben de ser una fiesta con after.
Si se celebrase un segundo referendo, es probable que esta vez ganase la permanencia en la UE. Los partidarios de seguir en la Unión estarían más movilizados y el reconocimiento de que algunos de los argumentos para abandonarla eran falsos haría cambiar el sentido de algunos votos. Y entonces, ¿qué?, ¿se celebra un tercer referendo que reclamarían los ahora perdedores?, ¿cuando se debería parar?.
Por ese motivo, los referendos sobre temas importantes deben exigir una mayoría cualificada para la opción de cambio.