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domingo, 7 de julio de 2019

¿Qué hacemos con los menas?

Si juntas cien adolescentes, es probable que te la líen. Y si se pierde el control sobre ellos, no es probable, es seguro. William Golding lo retrató magníficamente en El Señor de las Moscas.
Los "menores extranjeros no acompañados" son adolescentes sobre los que sus padres no ejercen ningún control.  Es muy fácil que la líen. De hecho, la lían mucho. Algunos estudios dicen que el 82% no delinque. Es decir, que el 18% sí lo hace. Si esa proporción fuese la misma en todos los institutos, en la clase de tu hijo habría 4 o 5 delincuentes. No es de extrañar que los vecinos se pongan nerviosos cuando les dicen que les pondrán un centro de "menas" al lado de casa. La solución no es llamar fascistas a los que se manifiestan contra estos centros, aunque es obvio que los fascistas aprovechan este malestar para vender su racismo. La solución es educar mejor a estos chavales. Y eso cuesta dinero. Y hay que hacer pedagogía para que la gente entienda que ese dinero está bien invertido. Del mismo modo que vemos razonable que la Sanidad se gaste más dinero en tratar un cáncer que nuestra gripe, también deberíamos considerar razonable gastar más dinero en la formación y la educación de los que más lo necesitan. Ese 82% que, teniendo todo en contra, no delinque, lo merece
P.D. No será fácil, los racistas también buscarán nuestra complicidad diciendo que por qué tal centro tiene una instalación que tal otro no tiene.

martes, 16 de febrero de 2016

Las varas de medir.

La vida según Tardà.
Que Rubianes se cagara en la puta unidad de España, era libertad de expresión.
Que Sabina diga que no respeta el "procés"es fascismo,




martes, 29 de diciembre de 2015

El contexto.

Gonzalo es un amigo mío en Facebook. Bueno, "amigo" es una palabra exagerada, pero es la terminología que emplea la famosa red social. Sin llegar a ser amigos de verdad, Gonzalo me parecía una persona sensata y razonable. No siempre compartía las opiniones que publicaba, pero nunca me parecieron descabelladas. Hasta que hace unas semanas se declaró falangista y publicó comentarios favorables a los "fundadores de Falange". Hasta aquí hemos llegado, no soporto ningún totalitarismo, pero como el que sufrimos en España fue de carácter fascista, es éste el que me produce mayor repulsión. Ya estaba a punto de borrar a Gonzalo de mi lista de amigos, cuando pensé en informarme un poco más. 
Gonzalo es chileno y la falange chilena, aunque coetánea de la española, tuvo poco que ver con la nuestra. Gracias a esos dos minutos invertidos en la lectura de Wikipedia, sigo siendo "amigo de Facebook" de Gonzalo y disfrutar de su pasión por el Athletic y pensar que la que tiene por Colo-Colo es exagerada.