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miércoles, 23 de septiembre de 2015

Disuélvanse,

Al final ha resultado que hacíamos menos ruido, pero éramos más. En democracia se cuentan los votos, no los decibelios. Los que querían leer estas elecciones autonómicas como un referéndum han perdido. Los independentistas no tienen mayoría para formar gobierno. Los no independentistas, aunque la tienen, forman una amalgama de difícil digestión. Si queremos que la Generalitat sea una institución útil durante la próxima legislatura, necesitamos que Junts pel Sí se disuelva. El objetivo para el que se creó no se ha conseguido. Ahora necesitamos que los diputados de Convergència, funciones como diputados de Convergència, los de ERC como diputados de ERC y los que venían a proclamar la independencia pero no a hacer política de diario se vayan a su casa. Sólo así tendremos una institución gobernable aunque el gobierno esté en minoría. Que los de derechas voten con los de derechas cuando se hable de privatizar (más) la sanidad, que los de izquierda voten con los de izquierda cuando se hable de ampliar de políticas sociales. Y que Convergència y ERC sigan votando juntos cuando se hable de nación. De esta manera, los hospitales, las escuelas o las carreteras podrán seguir dando el servicio  que necesitamos. Ah, y por fin sabremos si Ciudadanos es de izquierdas o de derechas.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Extraño argumento.

Cuando algún partidario de mantener las fronteras españolas en su situación actual dice que una Cataluña independiente saldría de la Unión Europea, desde posiciones independentistas se afirma que España también saldría del euro en ese caso.
¿A quién pretenden convencer de qué?
Un señor de Valladolid partidario de la unidad de España ya sabe que viviría peor sin Cataluña. No hace falta darle más argumentos.
Pero supongo que este argumento pretende convencer a los señores de Vic. Y a los señores de Vic, este argumento les está diciendo: "tu vivirás un poco peor, pero no te preocupes, porque el señor de Valladolid vivirá mucho peor y eso te compensará".

sábado, 21 de marzo de 2015

¡Qué difícil es ser árbitro!

Ese empujón dentro del área. Si hubiese sido en el centro del campo, pitarían falta, seguro. Pero, pitar una cosa tan grave como un penalti por un empujoncito como ése... Los seguidores del empujador dirán que no es penalti. Los del empujado, que sí que lo es.
La justicia ordinaria tiene problemas parecidos, aunque los jueces tienen más tiempo para dictar sentencia que los árbitros. hace cuatro años, una muchedumbre rodeó el Parlament de Catalunya intentando impedir el acceso de los diputados. Por lo que vimos por la tele, calificar la presión que recibieron los parlamentarios como libertad de expresión me parece un eufemismo desafortunado.
Y llegó el juicio. El árbitro, perdón, el juez, decidió que meter en la cárcel a alguien por unos empujones era excesivo y decretó la absolución. Los partidarios de los empujados clamaron al cielo por la injusticia y se recurrió la sentencia (otra pequeña diferencia respecto al fútbol). El nuevo árbitro decidió que el empujón sí que era falta. Del mismo modo que el reglamento del fútbol dice que una falta dentro del área tiene mucho más castigo que una falta similar en el centro del campo, las leyes ordinarias dicen que dar una torta a un diputado tiene mucho más castigo que dársela a un perito agrónomo. Ahora los que claman al cielo son los partidarios de los empujadores.
Líbreme Dios de decidir quién tiene razón, ¡qué difícil es ser árbitro!

viernes, 19 de septiembre de 2014

Lecciones del referéndum escocés.

"Todo lo que sé, me lo ha enseñado el fútbol".  (Albert Camus).
Hace muchos años, cuando en la prensa española sólo se podía debatir sobre fútbol, una gran polémica giraba en torno a un jugador que quería cambiar de equipo. Santiago Bernabéu (o quizás fue Helenio Herrera) sentenció: "si la chacha se quiere ir y la obligas a quedarse, no volverás a comer un buen huevo frito en tu vida".
Hace un par de años, el Athletic Club, desoyó los consejos de Santiago Bernabéu (o de Helenio Herrera). Fernando Llorente dijo que se quería ir y el club se negó en redondo. Podía haber negociado para sacar una buena cantidad de millones o podía acabar de buenas maneras con el delantero y obtener su máximo rendimiento en el año que le quedaba de contrato. No lo hizo y acabó pagando el sueldo de un año a un jugador que aportó poco al equipo. Las marchas de Javi Martínez y de Ander Herrera demostraron, además, que el efecto ejemplarizante había sido mínimo.
Una década atrás, el Athletic Club vivió una situación similar. Su delantero estrella, Ismael Urzaiz, anunció que no pensaba renovar el contrato. La reacción del club fue diferente: reiteró su oferta de renovación y explicó al jugador que no podía ofrecer más.  Al final, Urzaiz descubrió que lo que le habían vendido sus agentes no era cierto, las ofertas que recibió fueron perores que la del Athletic y acabó renovando y dando sus últimos años buenos en San Mamés.
En España, Mariano Rajoy se ha comportado como el club bilbaíno hace tres años. Ha dejado en las manos de los publicistas independentistas palabras como "libertad", "democracia" o "votar". Mientras que sus publicistas tienen sólo pueden jugar con la aburrida "legalidad". Al negar el referéndum, ha dejado a sus rivales decidir todas las reglas:. Los independentistas han escogido la fecha, las preguntas, y quién puede votar. Ya han empezado a hacer alguna jugada sospechosa, como rebajar la edad de voto a los dieciséis años. No sabemos qué efectos tendrán los resultados, porque los convocantes se mueven entre los que dicen que es meramente consultivo y los que dicen que su fuerza moral lo hará vinculante. No sabemos si con unos resultados del 34%, 33% y 33% considerarán ganadora la opción del 34% o esperarán a tener los resultados para decidir cómo calcular el vencedor. Ni siquiera sabemos si los que contarán los votos serán los mismos que contaron manifestantes y pusieron 4'5 manifestantes por metro lineal.Ante el "porque no" del club, los agentes tienen vía libre para utilizar triquiñuelas y convencer al jugador de que lo mejor es marcharse. 
En el Reino Unido, el Primer Ministro David Cameron se ha comportado como el Athletic Club hace quince años. Los escoceses han tenido la oportunidad de comparar las ventajas e inconvenientes y han escogido quedarse. Si hemos de creer a Alex Salmond, el tema de la secesión de Escocia queda aparcado durante una generación.
Estimado tocayo, sé que usted nunca escuchará a David Cameron, pero escuche a Santiago Bernabéu (o a Helenio Herrera).

viernes, 13 de diciembre de 2013

¿Cómo contaremos las respuestas?

Supongamos que a la presidencia de Colegio de Informáticos se presentan Agapìto, que obtiene el 39% de los votos; Bartolomé, que obtiene el 36% y Cesáreo, que obtiene el 25%. Es escogido como presidente Agapito.
Mientras tanto, en las elecciones a la presidencia de la Asociación de Técnicos Informáticos, se presentan Dorotea, que obtiene el 39% de los votos; Enriqueta, que obtiene el 36% y Feliciana, que obtiene el 25%. Se celebra una segunda vuelta en la que Dorotea obtiene el el 48% de los votos y Enriqueta obtiene el 52%, con lo que Enriqueta es elegida presidente.
¿Cual de las dos entidades es más democrática? Evidentemente, las dos son igualmente democráticas,
siempre y cuando las reglas se conozcan de antemano y no se haya hecho ninguna trampa en las votaciones.
Hace ya dos años, pedía en este blog la celebración de una consulta sobre la independencia de Cataluña. Si
El presidente de la Generalitat de Catalunya anunció ayer la fecha y las preguntas del referéndum sobre la independencia, pero no dijo nada de las preguntas que yo me planteaba hace dos años. La democracia representativa tiene sus ventajas, pero en cuestiones de mucho calado es necesaria la democracia directa y la división de un estado tiene mucho calado. Legalidad y legitimidad no siempre son lo mismo. El gobierno de Rajoy está amparado por la legalidad si hace todo lo posible para impedir la consulta, pero la suya será una reacción ilegítima. Más inteligente, y más democrático, sería empezar a negociar los aspectos básicos de cualquier referéndum: quién puede votar y qué consecuencias tendrán los resultados. Tan democrático es que votemos sólo los catalanes como que lo hagamos todos los españoles. Tan democrático es decidir que un 51% de los votos emitidos con un Sí a la respuesta de si Cataluña debe ser un estado independiente resultará vinculante, como exigir que el 51% lo debe ser sobre el censo electoral.
Y se debe hilar muy fino. Por ejemplo, supongamos que el señor Gumersindo es un jacobino no nacionalista partidario de los estados grandes y monolíticos. A la pregunta "¿Quiere que Catalunya sea un Estado?" tiene que votar que No. Sin embargo, a la pregunta "En caso afirmativo, ¿quiere que este estado sea independiente?" podría votar Sí, puesto que preferiría vivir en un estado monolítico a vivir en un estado fragmentado.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Y mis cojones treinta y tres.

Tan bella expresión se usa para descalificar los que manipulan las cuentas hasta conseguir el resultado deseado: si me faltan dos para llegar al objetivo... Durante la campaña electoral, la pre campaña y la pre pre campaña me ha venido muchas veces a la cabeza.
Tras los resultados electorales, no he tenido más remedio que vomitarla:
  • Los que dicen que la opción independentista ha fracasado. La torta se la han dado las derechas "independentistas". ERC ha subido mucho, CUP ha irrumpido con fuerza. A CiU le ha salido mal el farol y SI ha desaparecido. Lo comido por lo servido.
  • Los que dicen que el independentismo ha obtenido una victoria "aclaparadora". Lo pongo en catalán porque la victoria abrumadora sólo la pueden ver desde una óptica muy estrecha, catalófona, por supuesto. Sumad votos de los que se han manifestado en contra de la independencia. Sumad votos de los que se han manifestado a favor de la independencia más los votos de los que se han manifestado a-favor-de-las-estructuras-de-estado-el-pueblo-será-lo-que-quiera-y-mis-juventudes-gritan-independencia-por-los-campos-de-fútbol-pero-yo-no-lo-digo-para-no-cabrear-a-la-caixa. No hagáis más trampas y no suméis a los que han dicho que deberíamos poder votar un referéndum sobre la independencia, pero no han dicho qué deberíamos votar en él. Descontando partidos extraparlamentaris, sale un 51-37.  Una independencia con ese resultado no se proclama ni el el soñado Quebec.
Pues, eso: y mis cojones treinta y tres.

viernes, 23 de noviembre de 2012

miércoles, 3 de octubre de 2012

OTAN, de entrada, ¿qué?

A la sucesión de hecatombes que, según los españolistas, amenazan a Cataluña si ésta accede a la independencia; los independentistas, imbuidos por el magisterio del mesías Francesc Pujols, fieles a la idea de que los catalanes lo tendrán todo pagado por el mero hecho de serlo; vaticinan una cola interminable de organismos internacionales que nos suplicarán nuestra adhesión. Las ligas inglesa y francesa se pelearán por incorporar al Barça (se han enterado de que la liga inglesa no quiere ni al Celtic de Glasgow). La Unión Europea acogerá a Cataluña y, en  caso de conflicto, expulsará a España. Los mercados internacionales nos prestarán dinero, porque nosotros sí que somos de fiar. Nos perdonarán la deuda anterior porque la hemos adquirido injustamente por culpa del expolio fiscal (éste es de los argumentos más humorísticos, ¿te imaginas un banco perdonando una deuda a un cliente porque le han despedido injustamente?). Todavía no he oído nada de la OEA ni de la OPEP, pero ya llegará.
Tampoco he oído a nadie hablar de la OTAN, y eso ya me sorprende más.Y a mí me parece importante saberlo. Este club no se caracteriza por ser muy estricto con las condiciones para ser miembro, es de suponer que, de desearlo, ahí sí que entraríamos con facilidad, dependería de nuestra soberana voluntad. Por lo tanto, lo que me digan los independentistas en en este caso sí que me lo creo. ¿Entraremos en la OTAN o no? En caso de entrar, ¿cuánto nos costaría montar un ejército homologable? En caso de quedarnos fuera, ¿qué peajes tendríamos que pagar? Alguno hay, ¿o no os acordáis del PSOE en el 82?

viernes, 1 de junio de 2012

Contra el centralismo.

No quiero vivir en un país que no acepta la diversidad. Ni quiero vivir en un país monolingüe, No quiero vivir en un país centralista. No quiero vivir en un país en el que casi todas las inversiones se deciden en función de lo que le interesa a la capital. En definitiva, no quiero la independencia de Cataluña.

jueves, 25 de agosto de 2011

Las naciones.

Este verano he pasado unos días en Bretaña. Un día, al llegar al hotel por la tarde después de haber ejercido de turista, saludé a la dueña del hotel en francés y le pregunté cómo se decía en bretón "buenas tardes". No lo sabía. A mí, que no soy muy políglota pero que sé decir buenas tardes, bona tarda, boas tardes e incluso arratzaldeon, en principio me sorprendió,  es lo que pasa por mirar con ojos de aquí lo que pasa en otras partes. Francia es un estado profundamente centralista, sin embargo su prestigio democrático no se resiente por ello. Sus únicos nacionalismos periféricos que tienen cierto auge son los subvencionados por "potencias exteriores": Catalunya y Euskalherria. ¿Por qué en centralismo francés ha tenido mayor aceptación que el centralismo español?. ¿Qué han hecho bien los catalanistas y vasquistas del sur de los Pirineos? ¿Qué han hecho mal los españolistas?
Hace algunos meses, Anouska y yo empezamos un debate en este sentido, pero no lo continuamos.
P.D. Ésta fue la entrada: http://hoymehapasadoporlacabeza.blogspot.com/2010/07/no-quiero-quedarme-sin-opinar-sobre-la.html

martes, 13 de julio de 2010

Problemas de pareja.

Un matrimonio amigo mío está pasando una época complicada en su relación. Hace cuatro años, ella le dejó bien claro que las cosas debían cambiar, que sentía que necesitaba menos control de su marido e intentó imponer una serie de condiciones. Él estuvo mucho tiempo dándole vueltas al asunto, unos cuatro años, consultó a gente de leyes y acabó diciendo que ella podía salir de vez en cuando con las amigas y poca cosa más, que el vínculo del matrimonio es sagrado y nadie lo puede romper. Ella se enfadó mucho y este sábado amenazó con pedir el divorcio.
Él tiene amigos bastante brutos que le aconsejan prohibir a su mujer usar el apellido de soltera e, incluso, que le pegue un par de tortas si se desmanda. Son bastante incoherentes, le dicen, a la vez que ella sola es incapaz de hacer nada, que vale muy poca cosa y que por nada del mundo la deje escapar. Otros amigos de él son más tolerantes, "hombre, si quiere hacer cosas sola, que las haga, mientras no se pase". Otros, son ingenuos, "¿pero qué quiere, si la tratas como a una reina?". Con lo que les molesta a las mujeres que preguntes qué les pasa cuando están enfadadas y demuestras no saber por qué.
Los consejeros de ella no son mucho mejores. La peor es la suegra, "ya te dije yo que con este tipo no ibas a ningún lado. Tú lo que tienes que hacer es echarlo de tu casa (aunque la paguen enrere los dos)". Mi amiga intenta razonar, pero no hay manera: todo lo que venga de la familia de él es el demonio. El domingo mi amigo estuvo especialmente ingenioso, su mujer le rio algunas gracias y la madre de ella le afeó la conducta llamándola traidora. Algunos incluso recuerdan algunas tortas que repartió la suegra a finales de los ochenta.
Mi amiga también tiene amigos ingenuos. Son los que le dicen que deje a su marido cuanto antes y empiece a disfrutar de la vida en soledad con los amigos comunes. Como si fuese fácil mantener los amigos comunes como cantó ella baila sola. Y, cómo no, mi amiga también tiene consejeros moderados, los que le dicen, "tienes derecho a ser feliz, él no puede obligar a quedarte", "pues me voy", "mujer, no te lo tomes todo al pie de la letra, ahora no es el momento, quizás más adelante".
Creo que mis amigos no van a ningún lado con los consejeros que tienen. Tengo miedo de que acaben tomando decisiones basadas en las premisas equivocadas: que alguien salte de manera extemporánea, que piensen sólo en lo caro que resulta divorciarse, que estiren demasiado la cuerda para demostrar al otro que es necesario y al final se le rompa la cuerda entre las manos.
No es bueno convivir con quien odias, pero tampoco es bueno dejarse llevar por un prqueño rifirafe.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Las balanzas fiscales

Esquerra Republicana de Catalunya ha presentado, por boca de Joan Puigcercós, la balanza fiscal de Cataluña. De dicho documento, se desprende que lo más positivo para Cataluña sería la independencia. No han dicho nada de la balanza fiscal del barrio de Pedralbes, pero me imagino que su aportación neta al estado debe de ser como para declarar la independencia del barrio mañana mismo.
Además de lo manipulable que resulta el cálculo (las inversiones en el aeropuerto de Barajas se pueden considerar como inversiones para toda la península Ibérica o inversiones sólo de Barajas pueblo, según lo que queramos demostrar), me sorprende que lo utilice un partido que se proclama de izquierdas. Los que somos de izquierdas siempre hemos propugnado que la fiscalidad debe ser "desequilibrada" para compensar la distribución "desequilibrada" de la riqueza. Las propuestas de que todos paguen y reciban lo mismo del estado siempre han venido de la derecha, como el famoso poll tax de Margaret Tatcher.