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sábado, 18 de julio de 2020

¿Pueden beber vino los veganos?

Uva, levadura, un depósito de acero inoxidable o de roble... La respuesta parece ser "Sí". Pero, no, la respuesta correcta es "Depende". Uno de los pasos en la elaboración del vino es la clarificación. Este proceso sirve para eliminar las partículas en suspensión del vino y que éste no sea turbio. Simplificando mucho, consiste en echar una sustancia al vino que arrastra las partículas en suspensión sin mezclarse con el vino. Dos de las sustancias más usadas son la clara de huevo y la cola de pescado. Si tomamos una copa de un vino para el que se ha usado alguno de estos métodos, habremos consumido un.producto no apto para veganos. 
No pretendo dar lecciones de vinificación a los bodegueros ni instrucciones a los veganos. Solo pongo este ejemplo para mostrar lo difícil que es ejercer el CONSUMO RESPONSABLE. 
¿Cómo saber que un fondo de inversión no invierte en otro fondo de inversión que invierte en una empresa de televisores que pertenece a un holding que también tiene fábricas de armas?
¿Cómo saber que los botones de esa camisa de algodón ecológico no han sido fabricados con mano de obre infantil?
¿Cómo saber si esas botellas de cerveza empaquetadas sin plástico iban envueltas en plástico hasta cinco minutos antes de aparecer en la estantería de tu supermercado?
Pero, que las cosas sean difíciles, no quiere decir que no debamos intentarlas. Consume intentando que los efectos secundarios de tu consumo sean positivos. Pero no te obsesiones.

lunes, 6 de octubre de 2008

Alternativas al descenso del consumo

Hace unos días decía que la crisis actual nacía de que todos los que podemos comprar algo, ya lo hemos hecho. Como ya tenemos de todo y estamos asustados, no nos atrevemos a comprar nada más y el consumo se resiente. Tradicionalmente, estos parones del consumo se acaban resolviendo con una guerra, cuando acaban, a todo el mundo le falta de todo, ya no hace falta nada para estimular el consumo.

jueves, 4 de septiembre de 2008

De esta crisis no nos salva nadie, preparémonos para evitar la siguiente.

Desde hace más de cien años, los avances tecnológicos han aumentado la productividad de las empresas de una manera espectacular. Sin embargo, la semana laboral continúa siendo de 40 horas, en algunos casos ligeramente inferior, desde hace mucho tiempo. El resultado es que en las casas, en vez de una tele hay tres; en vez de un coche, dos; infinidad de aparatos para reproducir música... Todos tenemos más de todo, pero para poder sostener el sistema productivo, nos empujan a consumir mucho más de lo que necesitamos. De vez en cuando, el sistema se queda inevitablemente sin aliento para empujarnos a consumir. Por ejemplo, después de tres años de récords de ventas de automóviles, mucha gente tiene coche nuevo y no necesita comprar otro. Ya la tenemos liada: "se avecina una crisis, han bajado las ventas de automóviles". Ante el anuncio, empezamos a consumir menos, como todos tenemos muchas cosas, podemos restringir de forma espectacular nuestro consumo sin que nuestra calidad de vida se resienta significativamente, y lo hacemos. Puesto que la demanda cae en picado, muchas empresas deben cerrar y enviar gente al paro.
Como el motor de nuestra economía es el consumo, la solución que se nos ocurre es alimentarlo artificialmente. Como explica el señor Leopoldo Abadía, la crisis que estamos viviendo nace en Estados Unidos cuando se invita a consumir viviendas a gente que no puede pagarlas. Los sucesivos mecanismos para sacarse el problema del impago de encima, nos acaba salpicando a todos y nos asustamos y aguantamos el coche un par de años más, y gastamos un poco menos en las vacaciones, y buscamos más marcas blancas en el súper... y acabamos llevando la crisis a todos los sectores.
Tal vez, lo razonable sería, para acercar la demanda a la oferta, disminuir la producción de manera controlada y no de golpe cerrando empresas. Reducir las horas que dedicamos todos a producir y no reducir hasta cero las que dedican algunos enviándolos al paro. Como lo de trabajar menos tiene mala prensa entre los que tiene el dinero, no estoy proponiendo reducir el horario laboral, sino reducir las horas que se dedican a producir para dedicar más tiempo a la formación.