lunes, 25 de noviembre de 2013

Los periodistas son de letras III.

Leo en la web de Cadena Ser una noticia alarmante sobre el uso de empastes de mercurio, también conocidos como amalgamas. No voy a entrar ahora en la fiabilidad del estudio porque me da mucha pereza. Con denunciar la calidad de la noticia tengo bastante.
Primero, no se menciona en ningún lugar quién ha hecho el estudio y en qué condiciones. Así es muy difícil saber si el estudio es creíble o no.
Segundo, ¿qué demonios significa que el 70% de de las madres de hijos con autismo tenían empastes de mercurio? Nada. Más del 99% de madres de niños autistas tienen dos manos y no nos vamos a liar a amputar extremidades por eso. Si no me dicen qué porcentaje de madres de niños sin autismo tenían empastes de mercurio, el dato del 70% es completamente irrelevante.
Eso sí,  seguro que algunos dentistas tendrán que descartar un empaste de amalgama porque el paciente ha leído esta noticia.

lunes, 18 de noviembre de 2013

No soporto a Josef Ajram.

Josef Ajram es un señor que se gana la vida especulando y que dedica su tiempo libre (él presume de que es mucho) a practicar deportes extremos con moderado éxito. Un deporte extremo es aquél que requiere mucho esfuerzo, que se practica donde casi nadie te ve y en el que tienes más probabilidades de hacerte daño que en un partido de fútbol entre solteros y casados. Eso sí, sabe venderse como nadie y, amparado en una estética antisistema, es extremadamente popular cuando encarna los peores valores del Sistema.
Mi "admiración" por Josef Ajram creció el pasado sábado cuando leí este artículo. En él se emplea varias veces la expresión "generar dinero" y se dice que Ajram genera dinero. No señor, generar riqueza es coger un trozo de barro y hacer un botijo. Lo que hace Ajram es especulación de la peor especie. Compra un producto a tres y lo vende a cuatro sin aportar nada al producto, ni siquiera lo ha acercado del vendedor al comprador. Hasta los denostados bancos generan más riqueza que él, permitiéndote obtener efectivo a cualquier hora del día, ahorrarte el engorro de ir a pagar el agua o la electricidad a las compañías suministradora o guardando tu dinero para que puedas gastarlo o malgastarlo cuando te dé la gana gracias a una tarjeta de plástico con una banda magnética.

martes, 5 de noviembre de 2013

¿Seguro que lo has pensado bien?

Casi todas las grandes decisiones son difíciles. Nada es blanco ni negro, la gama de grises es infinita y, muchas veces, se cuela una nota de color que acaba despistando aún más. La independencia de un país es una gran decisión. Nadie puede decir que ha reflexionado seriamente sobre el tema si, a pesar de tener una sólida convicción sobre el tema, no admite que, en algunos aspectos, el Otro tiene razón. Así que propongo un pequeño ejercicio escolar, una redacción que empiece con la frase "Los catalanes viviríamos mejor siendo independientes / parte de España porque...". y ofrece una razón por la cual podrías estar en contra.

Los catalanes viviríamos mejor siendo independientes porque España es demasiado grande. Madrid está demasiado lejos física y culturalmente para tomar decisiones acertadas en Cataluña. La ceguera del gobierno de Rajoy ante el alcance y significación del movimiento independentista, es la prueba más reciente de que los gobiernos de España son incapaces de "oír" lo que pasa en Cataluña, aunque algunas veces hayan mostrado intención de "escuchar". Es cierto, a su vez, que Cataluña es demasiado pequeña para tomar determinadas decisiones; pero el papel de órgano rector supranacional lo asume y lo debe asumir aún más la Unión Europea. Entre las competencias que deberían desplazarse hacia arriba, hacia la Unión Europea; y las que podrían desplazarse hacia abajo, hacia la Generalitat; el papel de Gobierno Central quedaría bastante mermado. Si a eso le unimos la supresión de organismos intermedios como las diputaciones y las delegaciones y subdelegaciones del gobierno, la estructura burocrática que deberíamos soportar los catalanes sería bastante más ligera.