miércoles, 31 de octubre de 2012

Los otros nacionalismos.

Cuando, tras la descalificación de Lance Armstrong, se volvió a hablar de los cuatro magníficos de las historia del ciclismo mundial; Anquetil, Merckx, Hinault e Induráin; yo tenía claro que el mejor de todos era Eddy Merckx.  Desde que tuve uso de razón hasta que cumplí ocho años, el belga lo ganaba todo. Contra los que afirman que uno es de donde hace el bachillerato, creo que la patria más íntima es la infancia. Ningún ciclista podrá despertarme tanta admiración  como me dejó El Caníbal.

domingo, 21 de octubre de 2012

El largo camino hacia la España federal

Hace treinta y tres años, el independentismo era una opción casi marginal en Cataluña. Buena parte de los independentistas votaba a favor del Estatuto de Autonomías, no por ser autonomistas, sino porque veían en él un mal menor y un paso hacia la independencia. En estos treinta años, los independentistas han hecho una gran labor pedagógica y han convencido a muchos autonomistas a ir algunos pasos más allá. No es desdeñable la ayuda que han recibido de los españolistas más acérrimos. Hoy en día, el independentismo es una opción con un gran predicamento, quizás hasta mayoritaria.
Ante el que el que deseo que sea próximo referéndum, mis amigos independentistas me enumeran, además de las bondades de la independencia  y las maldades de los españolistas, las escasas posibilidades de éxito de las propuestas federales. Tienen razón, federalistas sinceros somos cuatro y hoy en día una España federal es inviable. Sin embargo, los federalistas no debemos renunciar a nuestro anhelo y, como los independentistas de hace treinta y tres años, debemos votar las opciones que puedan conducirnos a nuestra Ítaca.

miércoles, 3 de octubre de 2012

OTAN, de entrada, ¿qué?

A la sucesión de hecatombes que, según los españolistas, amenazan a Cataluña si ésta accede a la independencia; los independentistas, imbuidos por el magisterio del mesías Francesc Pujols, fieles a la idea de que los catalanes lo tendrán todo pagado por el mero hecho de serlo; vaticinan una cola interminable de organismos internacionales que nos suplicarán nuestra adhesión. Las ligas inglesa y francesa se pelearán por incorporar al Barça (se han enterado de que la liga inglesa no quiere ni al Celtic de Glasgow). La Unión Europea acogerá a Cataluña y, en  caso de conflicto, expulsará a España. Los mercados internacionales nos prestarán dinero, porque nosotros sí que somos de fiar. Nos perdonarán la deuda anterior porque la hemos adquirido injustamente por culpa del expolio fiscal (éste es de los argumentos más humorísticos, ¿te imaginas un banco perdonando una deuda a un cliente porque le han despedido injustamente?). Todavía no he oído nada de la OEA ni de la OPEP, pero ya llegará.
Tampoco he oído a nadie hablar de la OTAN, y eso ya me sorprende más.Y a mí me parece importante saberlo. Este club no se caracteriza por ser muy estricto con las condiciones para ser miembro, es de suponer que, de desearlo, ahí sí que entraríamos con facilidad, dependería de nuestra soberana voluntad. Por lo tanto, lo que me digan los independentistas en en este caso sí que me lo creo. ¿Entraremos en la OTAN o no? En caso de entrar, ¿cuánto nos costaría montar un ejército homologable? En caso de quedarnos fuera, ¿qué peajes tendríamos que pagar? Alguno hay, ¿o no os acordáis del PSOE en el 82?