Mostrando entradas con la etiqueta El Príncipe y el Mendigo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El Príncipe y el Mendigo. Mostrar todas las entradas

viernes, 23 de diciembre de 2011

El Príncipe y el Mendigo

Hace 130 años Mark Twain publicó esta novela para, exagerándolas, denunciar las diferencias abismales entre los poderosos y los menesterosos, la soberbia de de los que mandaban, la crueldad de los pobres, la mezquindad de todos. Han pasado 130 años de la publicación y 450 de la época que se retrata en la novela. A los ladrones de gallinas ya no los ahorcan, a los herejes no los queman vivos, el rey no puede ser un déspota. Sin embargo, viendo el éxito electoral de Anglada, compruebo que los pobres siguen culpando a los aún más pobres de su miseria. Viendo la especulación con los alimentos que condena al hambre a millones de personas, compruebo que los poderosos (los que dirigen los mercados, no los parlamentos) siguen creyéndose de una especie diferente al resto.Y lo que más me preocupa, compruebo que la impermeabilidad entre las clases sociales está creciendo, cada vez es más difícil que el hijo de un pobre no lo sea también. Se están cargando la enseñanza pública. Entre las izquierdas empeñadas en que todos los niños obtengan los mismo resultados y las derechas empeñadas en segregar a los alumnos por su extracción económica, van a destruir el principal mecanismo de promoción social. La única forma que tendrá un pobre de abandonar su estrato será suplantar por unos días al rey.