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lunes, 24 de diciembre de 2018

La piratería tolerada.

Ayer fui a ver Bohemian Rhapsody. En una de las escenas sale un megaconcierto y una carpa con publicidad de TDK. TDK vendía, sobre todo, cintas de cassette. Las usábamos para nuestra piratería artesanal. Discográficas y músicos se sentían tan poco amenazados por aquella actividad alegal los fabricantes de cintas podían hacer publicidad en los mimsmos morros de las multinacionales. Pero no te engañes, la piratería ya daba mucho dinero. TDK patrocinaba eventos de primer nivel, como los mundiales de atletismo o el Ajax de Amsterdam. Menos en España, aquí solo patrocinaban a un equipillo de baloncesto de los más modestos de la liga. Un equipillo que ganó una liga. Los cabrones sabían algo,

sábado, 8 de noviembre de 2014

Una serie de felices encuentros.

Encontrar una catedral.
Cuando tenía doce años, visité por primera vez la Catedral de Burgos. A esa edad, poca cultura tenía. Parafraseando a Faemino y Cansado, podía apreciar que la Escalera Dorada de Gil de Siloé era, efectivamente, dorada. Pero era incapaz de identificar los elementos de gótico flamígero. Es más, no sabía ni pronunciarlo. No obstante, tuve la suficiente sensibilidad como para quedar impresionado.


Encontrar un pintor.
Poco después, visité por primera vez el pequeño museo comarcal de Manresa, mi ciudad natal. Nada más entrar, a mano izquierda, se accedía a la Sala Mestres Cabanes. Josep Mestres Cabanes era un pintor manresano que alcanzó un mediano reconocimiento a mediados del siglo pasado, más como escenógrafo que como pintor. En la Sala Mestres Cabanes se exponían, y se exponen, varios dioramas de una escenografía para Aida (la ópera, no la serie) que diseñó para el Liceo y algunos óleos. En varias pinturas se representaba la catedral de Burgos. La catedral que había descubierto ese verano y que me había impresionado. En esa sala, de alguna manera, quedaba conectado el pueblo en el que nació mi padre con la ciudad en la que había nacido yo.

Encontrar un libro.
Si habéis leído “La sombra del viento”, recordaréis que la novela empieza con la visita del protagonista al Cementerio de los Libros Olvidados. Este peculiar cementerio es un homenaje a una prestigiosa librería de segunda mano de la calle Canuda de Barcelona. Esta librería, ahogada por la escalada de los alquileres, tuvo que cerrar a finales de 2013. Antes de que cerrase, tuve la oportunidad de visitarla por última vez y de encontrar una pequeña joya: un libro de pinturas de Josep Mestres Cabanes. Un libro editado por la Caja de Ahorros del Círculo Católico de Burgos, impreso por Heraclio Fournier (o sea, que el papel es bueno) y titulado La Catedral de Burgos en la Pintura de J. Mestres Cabanes.


Encontrar unos amigos que me acompañen.

Desde entonces, tengo un pequeño objetivo: visitar la Catedral de Burgos con Josep Mestres Cabanes como guía. Creo que puede ser una deliciosa forma de disfrutar de la catedral. Ir comparando lo que aprecian mis ojos con lo que vio el pintor. ¿Me queréis acompañar? Aprovecho estas líneas para proponer a la Junta de la Asociación que programe esta actividad.


viernes, 13 de septiembre de 2013

Los deportes acuáticos en Manresa.

En Manresa había un club deportivo con 80 años de vida: el Club Natación Manresa. En los últimos años, contaba con cuatro secciones: natación, waterpolo, sincronizada y triatlón. A pesar de la voluntad de la directiva  de aunar las escuelas de las dos primeras secciones, la relación entre ellas no era del todo buena. La escasez de recursos, poco dinero y pocos deportistas, provocaba ciertas tiranteces. La crisis económica y una gestión poco afortunada desde los despachos se llevaron por delante el club abocándolo a su desaparición. En su lugar apareció un nuevo club, el Club Natación Minorisa, con el objetivo, en principio de mantener vivas las cuatro disciplinas en Manresa. Las tiranteces se convirtieron en abierta hostilidad. La directiva del nuevo club hizo pública manifestación de que primaría la natación y de que mantendría las otras tres secciones. Los waterpolistas y sus padres se sintieron agraviados por el trato recibido e iniciaron el camino de la segregación. Desde la directiva se insistía en que la natación era la base de las dos secciones y le destinaba más recursos. Desde el waterpolo se presentaba la conveniencia de la separación y se ofrecían presupuestos económicos que justificaban la separación. Presupuestos que tenemos que calificar de muy optimistas. Al final, muchos waterpolistas, cansados de las falsas promesas del club, se han ido. Ahora nosotros tenemos que decidir. Si nos quedamos en el Minorisa, sabemos que seguiremos siendo tratados como una sección de segunda. Si nos vamos con los segregacionistas, sabemos que la realidad. puede ser un duro examen a los planteamientos un punto utópicos.
Llegado a este punto, y tras reflexionar mucho tiempo para intentar escoger la mejor solución, me doy cuenta de que la situación en el deporte acuático manresano se parece mucho a la del país en el que vivo. Unos dirigentes con una visión monolítica del estado que, como los directivos del Club Natación Minorisa, son incapaces de oír a los que se apartan de su concepción de la nación. Unos líderes secesionistas que, como los instigadores de la segregación del waterpolo, fían a ésta la solución a todos sus males. En esta encrucijada, algunas familias ya se han separado, como el líder del PSC Pere Navarro y su padre. De momento, he optado por la segregación en el waterpolo y por la unión del estado. Pero me parece completamente normal que haya gente (mucha gente) que me lleve la contraria en uno y otro caso.

viernes, 14 de octubre de 2011

¿Necesitábamos esto?

El domingo, hojeando El País Semanal, encuentro un reportaje sobre innovación en arquitectura. Los edificios son originales, busco los pies de foto para saber dónde están y leo "Arriba, ampliación de la fachada trasera del Ayuntamiento de Manresa". Parece ser que la remodelación ha tenido mucho éxito en el mundillo de los arquitectos. Como muestra, este enlace que permitirá ver fotos del edificio en cuestión.
Si embargo, me pregunto: ¿nos hacía falta?. Soy un asiduo caminante por mi ciudad, se trata de una remodelación espectacular en el ayuntamiento y he tenido que leer el pie de foto para saber que se trataba de Manresa. La obra se ha realizado en la parte de atrás del ayuntamiento, en una calle por la que no pasa casi nadie y que no se ve desde casi ninguna parte. Suponiendo que este tipo de arquitectura espectáculo es bueno para dinamizar barrios, ¿de qué sirve hacerla donde nadie la ve?

miércoles, 25 de mayo de 2011

Aprendamos de la derrota.

En Manresa, mi pueblo, el partido xenófobo Plataforma per Catalunya ha obtenido dos concejales. Mientras, Iniciativa per Catalunya Els Verds ha quedado fuera del consistorio. Todas las formaciones de izquierda lamentan el crecimiento de PxC. Como votante del partido de izquierdas que peor resultado ha obtenido, ICV, las lamentaciones me parecen insuficientes.Si un partido con un único punto en el programa argumentado con manifiestas mentiras y con un cabeza de lista de limitada capacidad oratoria y, presumiblemente, intelectual obtiene unos buenos resultados electorales; es que la izquierda en general e ICV en particular han hecho algo mal. Es que lo han hecho muy mal. Es que lo hemos hecho rematadamente mal.
Cada vez que nos han contado la historia del cochecito de bebé y no hemos dicho que esa historia era, además de falsa, absurda, hemos hecho mal.
Cuando para hermanar los diferentes colectivos de inmigrantes hemos montado un torneo de fútbol, hemos hecho mal. Hasta en las empresas más pequeñas saben que montar una liguilla entre departamentos es una garantía de conflictos.
Si en nombre de la tolerancia asistimos a una fiesta religiosa en la que se relega a las mujeres, hacemos mal.
Si no somos capaces de hacer entender a la gente de que hay más inmigrantes delincuentes porque hay más inmigrantes pobres, es que nos explicamos muy mal. Tal vez, emplear menos palabras como transversalidad o ecosocialismo nos ayudaría a ser más inteligibles.
Cuando casi nadie sabe que el número de horas que puede abrir un establecimiento depende de la superficie del mismo, permitimos que corran bulos acerca de la permisividad según la raza del dueño.
Si la gente piensa que la calidad de los servicios públicos se ve más afectrada por unos cuantos usuarios "añadidos" que por el fraude fiscal, es que no nos hemos atrevido a criticar y combatir como se merece la economía sumergida.
Resumiendo, hemos hecho una pedagogía pésima. Tal vez, emplear menos palabras como transversalidad o ecosocialismo nos ayudaría a ser más inteligibles.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Un poco de despotismo ilustrado, por favor.

El Ayuntamiento de Manresa decidió que el parque “Pintor Vila Closes” debía ser un parque de esos que aspiran a los premios FAD. El resultado fue una maqueta de parque preciosa. La inauguración del parque ya no tuvo tanto éxito: las plantas no crecieron como en los diseños por ordenador y lo que debía ser un muro vegetal resultó algo parecido a una jaula, la separación entre niveles dificultaba la accesibilidad a las diferentes zonas, algunas partes quedaban muy escondidas creando sensación de inseguridad etc. Para complicar aún más las cosas, el proyecto chocó con el presidente de la Asociación de Vecinos, Víctor Feliu. Este señor, escogido por sus asociados, se cree legitimado a hablar en nombre de todos los vecinos y decide montar el pollo: recogidas de firmas, asistencias a plenos municipales, pancartas y concentraciones de protesta…
Al final, el Alcalde que decidió gastar mucho dinero en un parque que la ciudad no necesitaba, acaba cediendo a las propuestas y gasta todavía más dinero en tener un parque más modesto que guste a los vecinos protestones.
Señor Camprubí (así se llama el alcalde de mi pueblo hasta el 22 de mayo), probablemente, la decisión correcta hubiese sido hacer un parque como el que tenemos ahora, nos hubiese salido mucho más barato. Pero, ya que se equivocó, no gaste todavía más dinero, no instaure la democracia decibelial haciendo caso al que más grite. Se ha comportado como esos árbitros que toman una decisión polémica y, ante la bronca del público, decide compensar la decisión inicial con otro error en otra jugada.

lunes, 18 de octubre de 2010

La Pixarada, un río rebelde.

Manresa nació a orillas del Cardener, pero decidió ignorarlo. La ciudad ha crecido esquivando el río y los manresanos sólo lo cruzamos para enterrar a nuestros muertos y para ver o practicar deporte. En el camino de su crecimiento, se encontró con otro río más modesto, el Torrent de Sant Ignasi. Si a aquél lo ignoró, a éste lo humilló. Lo convirtió en cloaca y vertedero, le puso un nombre infamante y, para acabar, lo escondió debajo del asfalto. El torrente que quería ser río, por su parte, se rebeló siempre que pudo: inundó una fábrica en los 70, se negó a ser domesticado en la calle Sant Joan d'En Coll, encareció la urbanización de la Fàbrica Nova ayudando a la quiebra del proyecto, eternizó las obras que convirtieron su desembocadura en una rotonda más.

lunes, 15 de marzo de 2010

No quiero estar preparado para las nevadas.

Cada vez que en Manresa cae una nevada importante, es decir, cada ocho o nueve años; oigo decir a mucha gente que es una vergüenza que mi ciudad se colapse por algo así. Lo que me indignaría a mí, sería que mi ayuntamiento se gastase un montón de dinero (que no tenemos) para estar prevenidos por cosas que llegan cada ocho años y duran dos días. En nuestra idolatrada Europa rica, cuando cae una nevada inusual, también se cierran aeropuertos y se cortan carreteras. Y cuando padecen olas de calor extraordinarias, se mueren personas con problemas de salud porque sus edificios no están preparados para acoger confortablemente en esas circunstancias.
Por cierto, la normativa municipal especifica que, en caso de nevada, los vecinos son responsables de limpiar su trozo de acera ¿Cuántos vecinos habéis visto limpiando?.

viernes, 14 de noviembre de 2008

En el patio de mi casa no, aunque él llegara antes.

Ya se ha hablado mucho sobre los movimientos que aparecen en cualquier sitio en cuanto se quiere implantar un equipamiento necesario pero poco atractivo (vertederos, prisiones, hospitales psiquiátricos...). Es una reacción a la vez egoísta y comprensible. Hoy quiero hablar de unos movimientos ciudadanos que van un paso más allá. Hace muchos años, se instaló a las afueras de Manresa una industria química: Lipmes. Con el tiempo, la ciudad creció y aparecieron casas cerca de la industria. Ahora hay un movimiento vecinal que reclama el cierre de la planta. Cuando compraron sus casa, la industria ya estaba allí. Probablemente, les salió más barata, justamente por la cercanía de la molesta industria. Ahora pretenden que el Ayuntamiento, o sea, todos los ciudadanos, pague el traslado de la industria a otro sitio. Es sólo un ejemplo, gente que se ha ido a vivir al lado de una vía y exige su soterramiento, campañas para cerrar el aeropuerto de Sabadell porque los aviones pueden chocar con las viviendas recién construidas...

jueves, 6 de noviembre de 2008

Vocación reivindicativa.

Ayer vi en la plaza Mayor de Manresa que numerosos balcones tenían pancartas reclamando una zona verde (parecido a la zona azul pero donde los vecinos pueden aparcar gratis). Es normal que los vecinos de los cascos históricos de las ciudades reclamen soluciones al problema del aparcamiento. Uno de los balcones que tenían pancarta era la sede de la agrupación local de Esquerra Republicana de Catalunya. Teniendo en cuenta que ERC está en el gobierno del ayuntamiento, me parece raro que la forma más eficaz que se les ocurra dejavascript:void(0) ayudar a sus vecinos sea colgar una pancarta.