miércoles, 27 de abril de 2011

Las afinidades electivas

"Basta con educar a los niños para servidores y a las niñas para madres y todo irá bien en todas partes".
"La verdad,  es que hace falta llevar una vida muy ruidosa y abigarrada para soportar a nuestro alrededor a monos, papagayos o negros".
Éstas frases aparecen en "Las afinidades electivas", de Goethe. Nuestra generación, nací en 1966, ya recibió una versión suavizada de los cuentos infantiles para darles siempre un final feliz. A la de nuestros hijos les están dando una versión, además, políticamente correcta. El siguiente peldaño ya se ha empezado a subir, se están haciendo versiones de Las Aventuras de Tom Sawyer en las que han desaparecido palabras que hoy se consideran graves insultos y se retiran las versiones originales de las bibliotecas públicas. Si la marea llega a los clásicos, no habrá quien los reconozca.
Por otra parte, si los clásicos se alejan tanto de nuestros cánones éticos, ¿cuánto se alejarán de nuestros cánones estéticos? Los personajes me han parecido totalmente irreales: renuncias absurdas al ser amado; madres que, ante la muerte de un hijo, se duelen más de la tristeza de la niñera que de la pérdida del niño; anorexias que no son percibidas por los que conviven con el efermo hasta que éste muere... Sin embargo, es probable que los personajes sean mucho más reales de lo que yo creo y que sea mi incomprensión de la época lo que me los haga ver como absurdos.

sábado, 16 de abril de 2011

La Tercera República.

En el 80º aniversario de la proclamación de la Segunda República Española, algunos, pocos, se han lanzado a homenajes sinceros a una de las pocas victorias del pueblo en la larga historia de España. Otros, más importantes en número, se han limitado a pequeños reconocimientos. Supongo que la izquierda española no se atreve a celebrar algo que es anticonstitucional, unas pequeñas dosis de hipocresía. Como completos manipuladores de la historia se han mostrado los articulistas de derecha que han calificado la Segunda República de periodo catastrófico, sin pararse a compararla (supongo que no por olvido) con las dictaduras que la precedieron y sucedieron. Reveladores me han parecido los homenajes realizados desde los "nacionalismos periféricos" como el que realiza Iñaki Anasagasti en su blog, me convencen aún más de que no hay mayor acicate para el independentismo que el centralismo, que otra España en la que se sintieran a gusto más españoles es posible.
Desde aquí, reivindico la República. No es necesariamente mejor que una Monarquía, pero en una carrera de modelos democráticos, sale con un metro de ventaja.

lunes, 11 de abril de 2011

Alfred y Emily

Una obra bastante extraña de Doris Lessing. Primero, una novela en la que la autora se imagina la vida de sus padres si la Primera Guerra Mundial no se hubiese interpuesto en sus vidas. Después, la historia real de sus padres. Para acabar, algunas anécdotas de la vida de la escritora en Persia y África.
La novela resulta amena. La historia real se me hizo atractiva por la posibilidad de comparar la realidad y la ficción. Las anécdotas del final me parecieron un relleno rápido para acabar el libro con un número respetable de páginas y a tiempo para aprovechar el tirón de la concesión del Premio Nobel a la escritora.
Para mi gusto, esta novela está muy lejos de La buena terrorista.

martes, 5 de abril de 2011

Una paradoja matemática.

Olvídense de la conjetura de Poincaré. Ríanse del teorema de Fermat. Acabo de descubrir una paradoja que resistirá a los matemáticos de los siglos venideros. Supongamos un número racional positivo al que se le suma una secuencia de números racionales positivos. ¿Se puede obtener un número negativo?  ¿No? ¿Seguro? Algunas entidades financieras,  Cajas de Ahorro para ser más exactos, han demostrado que nuestra suposición era errónea. Después de una sucesión ininterrumpida de años con beneficios han llegado a la ruina. Aún ahora, en los momentos de mayor crisis económica, todas las Cajas de Ahorros siguen declarando beneficios y, sin embargo muchas de ellas necesitan ayuda del Estado (otra gran paradoja, ésta histórica: el capitalismo reclamando la nacionalización de la banca).
Desde que Jordi Puig me enseñó en COU una compleja demostración para algo que parecía obvio, el teorema de Bolzano, me convencí de dos cosas, a) debo fiarme de mis intuiciones como punto de partida y b) debo dar a mis intuiciones un soporte formal para confirmar mis intuiciones.
Cuando algunas Cajas presentan una suma de números positivos que dan un resultado negativo, o el resultado negativo es falso o los sumandos positivos son falsos. Que algunas Cajas están en la ruina, me lo creo, el aprecio al sillón y al salario de alto directivo no les permitiría mentir en ese sentido.
Por lo tanto, algunos de los sumando son negativos. Algunas Cajas están mintiendo cuando dicen que tienen beneficios. Tienen un montón de inmuebles valorados a un precio que nadie está dispuesto a pagar. En una economía de mercado, el valor de un producto es el que están dispuestos a pagar los compradores, no el que quieren declarar en su balance los vendedores.
Llego ahora a la última paradoja, para la cual no tengo respuesta (aunque me la imagino). En una empresa normal, se intenta declarar los menores beneficios posibles para ahorrarse impuestos. ¿Por qué en las Cajas de Ahorros no?

domingo, 3 de abril de 2011

El pirómano cumplió su amenaza.

Hace unos meses, un pirómano amenazó con Quemar un Corán consiguiendo que los focos mediáticos se posaran en su oscura parroquia. Ya entonces, opiné al respecto criticando su cobarde provocación. Ahora ha cumplido su amenaza, los previsibles disturbios en países con  una fuerte implantación del fundamentalismo islámico no se han hecho esperar. en Afganistán llevamos ya más de una decena de muertos y un atentado suicida contra la delegación de la ONU. ¿Por qué no criticamos de igual manera el fundamentalismo y la estupidez de los que se vengan en la ONU del fundamentalismo y la estupidez del pastor Jones? ¿Por qué lo observamos como algo inevitable y, quizás, hasta justificado?.
Si no soporto la intolerancia y el fanatismo de cristianos, tampoco soportaré la intolerancia, el fanatismo y la brutalidad de musulmanes.