Una forma de explicar las cosas.

En esta noticia publicada en Regió 7. y en numerosos medios, se dice que unos 200 antitaurinos y antimonárquicos (algunos serían antitaurinos, otros antimonárquicos y otros las dos cosas) se concentraron ante la plaza de toros de San Sebastián  para protestar contra la celebración de una corrida de toros, contra la presencia del exrey en el tendido o contra ambas cosas.
No se dice nada de que a escasos metros, dentro de la plaza, se desarrollaba una concentración, no sé si de promonárquicos, pero seguro que de protaurinos, en la que se juntaron 6000 personas.
Ah, y casi todos los que asistieron a la concentración en favor de las corridas de toros habían pagado para hacerlo.

Mi opinión sobre las corridas de toros.

Hace un par meses, ya comenté qué me parecía la intención de prohibir las corridas de toros. Entonces dije que me parecía puritano, como me lo parece prohibir la pornografía. Ante la intención de Esperanza Aguirre de declarar la fiesta de los toros "patrimonio cultural, la comparación entre tauromaquia y pornografía me sigue pareciendo acertada. Mientras, se van acumulando voces a un lado u otro de la balanza con una previsibilidad sorprendente.

Confusión de términos

He leído que Iniciativa per Catalunya - Els Verds votará a favor de la prohibición de corridas de toros en Catalunya "en coherencia con su ideario ecologista". Un caso más en el que se confunde amor o respeto a los animales con ecología, no son lo mismo. A ver, despellejar un perro y arrancarle los ojos para después dejarle morir de sed es un acto muy cruel, pero en nada afecta al ecosistema. Liberar a los visones de una granja, es un acto de amor a los visones, pero un atentado a la ecología. Dejar que una manada de lobos ataque a una cabra montés, es un acto muy cruel para la cabra, pero ayuda a mantener la biodiversidad. Amiguitos redactores de los comunicados, ¿habéis entendido la diferencia?.