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lunes, 28 de octubre de 2013

Esos atajos que nos conducen a un destino equivocado.

Se le he oído decir a Aznar muchas veces: los atajos no sirven para derrotar al terrorismo. Y la doctrina Parot era un atajo que esquivaba las más elementales reglas de derecho. Utilizaron esta chapuza legal, con las víctimas del terrorismo como ariete, para acusar de connivencia con ETA a cualquiera que planteara la más mínima objeción. Es comprensible que a los familiares de los asesinados por ETA les repugne ver en la calle a los asesinos, pero no es comprensible que los dirigentes políticos aprovechen ese dolor para atacar a sus adversarios. Especialmente irresponsable es la actuación, en todo este embrollo, de Esperanza Aguirre. Esta señora no puede ignorar que la sentencia del Tribunal de Estrasburgo era inevitable. Aún así, en su rastrera concepción de la política sigue azuzando el dolor para conseguir sus fines políticos, incluso, cuando para ello tiene que atacar a sus compañeros de partido.
Por cierto, ¿no resulta conmovedor leer que Aznar considera que las sentencias del Tribunal de Estrasburgo son totalmente incontrovertibles?

jueves, 30 de septiembre de 2010

No saben contar.

Una vez escuché que, en una encuesta realizada entre estudiantes de una universidad, a la pregunta de si habían mantenido relaciones sexuales con algún compañero/a de clase, un porcentaje muy alto de hombres dijo que sí, mientras que entre las mujeres las respuestas afirmativas eran muy minoritarias. De creer a la encuesta, llegaríamos a la conclusión de que o bien había unas pocas alumnas muy promiscuas o bien el porcentaje de gays era muy alto. Con las afirmaciones de Esperanza Aguirre respecto a la participación en la huelga pasa algo parecido. Según la Presidenta, sólo el 5% de los trabajadores dejó de acudir al trabajo y denunciaba la actitud amenazadora de numerosos piquetes que obligaban a secundar la huelga a trabajadores que no lo querían hacer. O bien todos los piquetes amenazaban al mismo grupo de trabajadores, o bien se dedicaron a amenazarse entre sí.

martes, 28 de septiembre de 2010

La discípula de Maquiavelo.

Muy buena la jugada de Esperanza Aguirre. Decreta unos servicios mínimos tan poco mínimos que su incumplimiento está casi garantizado, con lo que consigue:
a) Reafirmar su imagen de dirigente fuerte.
b) Desprestigiar a los sindicatos ante la opinión pública.
c) Desacreditar al gobierno por no garantizar los servicios mínimos usando la fuerza pública.
y d) Ayudar al éxito de la huelga contra Zapatero.