miércoles, 5 de marzo de 2014

Un poco de perspectiva.

A raíz de la controversia creada en Israel por el intento de hacer que el servicio militar sea también obligatorio para los ultraortodoxos, inevitablemente he pensado en mi mili. Fue una pérdida absoluta de tiempo, no aprendí nada que sirviera para "defender la patria con las armas" y la sociedad se perdió un año de un joven con muchas ganas de trabajar y unas ambiciones económicas bien modestas (vaya, el ideal de las sucesivas reformas laborales que hemos sufrido para hacer de la española una economía más competitiva).
La abolición del servicio militar obligatorio que se decretó poco después (llego tarde a casi todo, pero a eso llegué demasiado pronto), pareció un triunfo de los movimientos  progresistas. Sin embargo, creo que sólo lo pareció.
a) Las intervenciones posteriores del ejército español han sido en el quinto pino y han requerido una formación militar "profesional" . Los soldados de leva son (éramos) completamente inútiles en estas circunstancias. Al ejército no le era útil la carne de cañón obligatoria.
b) El servicio militar obligatorio fue un logro "progresista". Hasta entonces, sólo los pobres iban al ejército. Ahora sólo van pobres al ejército. La ubicación de "sólo" contiene mucho significante.
Resumiendo, deseo que mis hijos no tengan que pasar por una mili, pero cuando la instauraron no era ninguna estupidez.

lunes, 3 de marzo de 2014

¿Y a ti quién te lo ha dicho?

A pesar de lo que ciertos movimientos propalestinos quieren presentar, la sociedad israelí es muy diversa. Probablemente, más diversa y democrática que la sociedad palestina. Uno de los grupos más poderosos, sobre todo si comparamos el número de sus integrantes con la influencia política que tienen, es el de los ultraortodoxos. Uno de sus privilegios es el de que sus miembros no prestan el servicio militar. Teniendo en cuenta que el servicio militar es obligatorio para todos los jóvenes israelís, que es de dos años para las mujeres y tres para los hombres, que la probabilidad de enfrentarse a situaciones de fuego real es bastante alta y que buena parte de las intervenciones del ejército israelí son para proteger a los ultraortodoxos en conflictos que ellos mismos han creado; el agravio que supone la exención del servicio militar para los "jaredim" es manifiesto a ojos de cualquiera. O de casi cualquiera, porque a los intentos de supresión de este privilegio, los "jaredim" han respondido con manifestaciones que han mostrado que el pacifismo no es el principio en el que se basan para negarse a empuñar las armas. Pero claro, de poco servirán los argumentos de una gran mayoría social para convencer a los que tienen a Dios de su parte.
Del mismo modo, de poco servirán los argumentos científicos que muestran la diferencia entre una gástrula y un ser humano para convencer a los obispos de que un aborto no es un homicidio. Pero, ya que será muy difícil que ellos renuncien a imponernos su visión de la moral, es nuestra obligación mostrarnos firmes para que no lo consigan. 

jueves, 27 de febrero de 2014

Víctima de las etiquetas.

Enciendo la radio y escucho a una mujer con marcado acento italiano hablando de la situación política de su país. Pienso, "todas italianas hablan como Raffaella Carrà".  Dos minutos después descubro que la entrevistada es Raffaella Carrà. A pesar de reconocer la voz, mis etiquetas mentales me han impedido reconocer a la persona, no podía imaginar a una cantante "frívola" hablando de política. Anteayer alertaba de la necesidad de escuchar a Jordi Évole, aunque antes nos haya hecho reír. Hoy soy yo el que no soy capaz de escuchar un análisis político en boca de la que recomendaba venir a sur para hacer bien el amor.
Necesitamos liberar nuestras mentes de los corsés. La mía, la primera.

martes, 25 de febrero de 2014

No te enfades, que era broma.

Hace más de tres años, Jordi Évole abandonaba el personaje del Follonero y se adentraba en el periodismo serio. A los amantes de las etiquetas estáticas los descolocaba este cambio. Algunos hasta criticaban a Jesús Eguiguren por hacer declaraciones muy serias en un programa poco serio como el de Évole. Entonces me parecía estupendo, mezclar la risa con las cosas serias. Hoy me lo sigue pareciendo.
Este domingo, Jordi Évole ha vuelto a descolocar a los alérgicos a los cambios (y a entusiasmar a los fanáticos). Hace muchos años, se decía que el objetivo de los medios de comunicación era "informar, formar y entretener". Es cierto que "Operación Palace" no informó, pero entretuvo a mucha gente e intentó (muchos no se dejan) formarlos.
El programa debería servir para hacernos más críticos con la información que recibimos. Sin embargo los foros en los que se comentaba el falso documental estaban llenos de afirmaciones del tipo "yo sí sé lo que pasó el 23-F, pero no os queréis enterar".
El programa debería servir para que los poderes públicos comprendan que la información que se oculta acaba siendo sustituida por suposiciones verosímiles que pueden ser peores para el Estado que la información ocultada.
El programa debería servir para que comprendamos que podemos, es más: debemos; ser capaces de adoptar diferentes registros. Y un buen comunicador puede pasar del humor a la información o de la información a la fábula, y no por ello perderá su gracia ni su credibilidad.
El programa debería servir para que comprendamos que la televisión es un medio tan válido y tan flexible como la literatura. A nadie se le ocurre criticar "Soldados de Salamina" de Javier Cercas o "La Mala Mujer" de Marc Pastor por novelar hechos reales. Por cierto, tengo que leer "Anatomía de un instante".

jueves, 20 de febrero de 2014

¿Cómo se crean las leyendas?

En los últimos días, algunos de mis amigos de Facebook han publicado esta foto explicando que corresponde al momento en que el torero Álvaro Múnera se arrepiente de ser torero y de maltratar animales. Es cierto que Álvaro Múnera es un extorero y que ahora es muy activo combatiendo la fiesta de los toros. Sin embargo, la verdadera historia de su cambio de opinión es mucho más traumática. Aquí podéis ver una entrevista al extorero explicándola.
A mí me parece mucho más impactante y con mayor capacidad de convicción la historia real que la falsa. Por este motivo me hago dos preguntas.
¿Por qué alguien decide mentir para defender una causa? En este caso la mentira es muy fácilmente detectable, por lo que el argumento se vuelve en contra del mentiroso. Además, la verdad ya es suficiente buena para defender la causa.
¿Por qué somos tan crédulos? Sólo he necesitado buscar dos palabras en Google para conocer la verdad. Un montón de gente ha preferido repetir la mentira sin hacer el más mínimo esfuerzo por comprobarla.
El ser humano ha cambiado bastante menos que la tecnología. Me imagino que, en la Edad Media, cuando casi toda la información se transmitía de manera oral y no había modo de contrastar la información, era muy fácil que la historia de un señor bajito que mataba a un señor feo y poderoso en el Asia Central llegase a Europa convertida en un caballero que había matado a un dragón. 

lunes, 17 de febrero de 2014

¿Quién debe pedir perdón?

El presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos ha pedido a España que pida perdón por haber expulsado a los judíos en 1.492. A riesgo de que me llamen antisemita, me voy a aventurar a calificar la petición de solemne estupidez.
a) Si la idea es que los españoles pidamos perdón, debo alegar que los españoles podemos ser culpables de haber escogido al presidente que tenemos ahora, pero no a los reyes que se autoescogieron hacen cinco siglos.
b) Si la idea es que España como nación pida perdón, debo indicar que España ni siquiera existía hace cinco siglos.
c) Si la idea es que los herederos de los que tomaron la decisión pidan perdón, debo afirmar que, probablemente, por mis venas corre más sangre de judío converso que de rey católico.
d) Si la idea es que los beneficiarios del expolio a los judíos pidan perdón, debo recordar que el  supuesto beneficio lo fue a muy corto plazo.La expulsión de los judíos supuso la expulsión de los mejores científicos y comerciantes de la época.Desprecio por la ciencia que día de hoy seguimos padeciendo.

sábado, 8 de febrero de 2014

Eufemismos absurdos.

Leo en un diario digital que una persona ha muerto "después de una larga enfermedad diagnosticada en julio del año pasado".
Supongo que hablan de cáncer porque es el eufemismo habitual, pero queda claro que es completamente inexacto.