domingo, 9 de diciembre de 2018

Estupideces del doblaje.

Doblar las películas y series es muy cómodo para los que somos lerdos con los idiomas y empezamos a perder vista. Pero es una catástrofe para muchas otras cosas. Es mítico el doblaje de Mogambo que, para esconder un adulterio, acabó presentando un incesto. Sin llegar a esos extremos, hoy en día siguen perpetrándose barbaridades. Ayer vi un episodio de Modern Family en el que una madre colombiaana contrataba un profesor de "acento colombiano" para su hijo.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Un país europeo normal.

Durante muchos años se ha hablado de que España era una anomalía en Europa por no tener un partido ultraderechista de cierta relevancia.
Por ese lado, ya somos un país europeo normal.
Solo quiero recordar que en los países europeos normales, la derecha no pacta con la ultraderecha. Y que la izquierda deja gobernar a la derecha para que no tenga tentaciones de pactar con la ultraderecha.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Lecciones del fútbol: la autocrítica.

Seguro que has oído a muchos entrenadores hablar después de una derrota del calendario, de la mala suerte, del estado del césped y , sobre todo, del árbitro. El caso es no hablar de los errores de su equipo. Si no te fijas en lo que depende de ti, poco vas a aprender.
PSOE, Podemos y PP se han pegado un buen batacazo en las elecciones andaluzas. Ciudadanos tampoco ha conseguido su objetivo de avanzar al PP. Eso sí, como los malos entrenadores, todos culpan a les demás del ascenso de VOX.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Los ultrajados

Había gente muy bienintencionada, aunque algo intransigente, que pensó que las burlas hacia las minorías merecían ser castigadas. Consiguieron que los legisladores les escucharan y algo tan subjetivo como la ofensa empezase a ser delito.
Ahora, si cuentas un chiste de maricones y tiene cierta repercusión, te puede caer la del pulpo en la redes sociales. Aquellas gentes binentencionadas sonríen satisfechas. Todos tenemos un altavoz para decirle a alguien que su broma nos ha ofendido. Pero el botón para decidir si la ofensa merece castigo solo lo tienen unos pocos. Y ahora, si cuentas un chiste machista te dirán de todo o, incluso, perderás una contratación en una fiesta mayor, pero si te burlas  de una bandera o de ese amigo imaginario al que llaman Dios, te pueden llevar a juicio. Pregunta a Dani Mateo o Willy Toledo.

Y yo que siempre creí que todas las banderas eran para quemar

Piratas

sábado, 17 de noviembre de 2018

Alternativas a la politización de la justicia.

El numerito que han montado PP y PSOE escogiendo el presidente del Consejo General del Poder Judicial cuando, en teoría, éste debe ser escogido por los vocales, ha provocado un considerable escándalo en la sociedad. La politización de la justicia es uno de los factores que más daña la la calidad de nuestra democracia.
Pero, ¿cuál sería la alternativa?
Tengo la sensación de que, en España, estudiar sigue siendo cosa de ricos. Estudiar Derecho, más. Y ganar unas oposiciones a juez (si lo haces con dedicación exclusiva, son muchos años viviendo de los padres), todavía más. Y los ricos son más conservadores que los pobres.
No tenía tiempo (ni ganas) de hacer un estudio serio, así que me he ido a la wikipedia. Aunque los datos de afiliación publicados no corresponden a la misma fecha, he calculado los porcentajes de afiliación a cada asociación:

  • Asociación Profesional de la Magistratura (conservadora): 44%
  • Francisco de Vitoria (moderada):28%
  • Juezas y jueces para la democracia (progresista): 17%.
  • Foro Judicial Independiente: 11%.
A la vista de estas cifras, se confirma mi sospecha de que el colectivo de jueces es más conservador que la sociedad. Y no sería arriesgado suponer que un CGPJ escogido por los jueces tomaría decisiones tan alejadas del "sentir popular" como ahora. Eso sí, solo aplicarían el corporativismo con los jueces. No como ahora, que son corporativistas con los jueces y con los políticos que los han escogido.

sábado, 27 de octubre de 2018

¿Estamos seguros de lo que queremos?

Este fin de semana se cambia la hora. Nos devuelven la que nos escamotearon el último domingo de marzo. Dicen que será la última vez que lo hagan. Sin pretensiones de que esto sea un estudio demográfico, puedo afirmar que a mi alrededor la gente está contenta. Ese malestar por la hora de sueño que nos quitan en primavera y esa tristeza que nos ataca cuando la tarde se convierte abruptamente en noche en otoño nos convencen, casi con unanimidad, de que el cambio de hora es malo.
No hay unanimidad, pero sí una mayoría amplia, en escoger el horario de verano como el definitivo. Parece que nadie recuerda las largas semanas de invierno en las que a las ocho de la mañana aún es de noche. A mí me apetece muy poco entrar a trabajar cuando todavía falta una hora para que amanezca. Pero sé que es un argumento débil, muy débil, contra la tarde más larga que nos regalaría el horario de verano. ¿Cómo competir con la sensación de libertad de las eternas tardes de junio? Aunque quizás nos sentiremos engañados cuando la larga tarde solo sea una luz cenicienta a las seis en enero.

sábado, 6 de octubre de 2018

Lecciones de fútbol: el criterio de los aficionados.

Si has visto algún partido de fútbol entre A y B, rodeado de aficionados de A y B y tú no eres aficionado ni de A ni de B, te habrás dado cuenta de que los aficionados de A:

  • Son más optimistas respecto al resultado de A que los aficionados del B.
  • Están convencidos de que los jugadores de A son más deportivos que los jugadores de B.
  • Creen que el árbitro se equivoca más a favor del equipo B.
Y viceversa, claro.
Si eso pasa con el fútbol, no te debería sorprender que pase en otros ámbitos, por ejemplo la política.
Por lo tanto, es normal que los independentistas crean que la independencia es inevitable, mientras los unionistas creen que es imposible. Es normal que uno y otro bando acusen al rival de jugar sucio. Y es normal que todos vean una mano negra detrás de una decisión judicial que contraría su posición.
Lo que ya no me parece normal es el linchamiento que sufre cualquiera que se aparta un pelo de la línea argumental: "conseguiremos nuestro objetivo", "todo lo que hacemos está bien hecho", "las sentencias que nos contrarían son injustas".