domingo, 3 de abril de 2011

El pirómano cumplió su amenaza.

Hace unos meses, un pirómano amenazó con Quemar un Corán consiguiendo que los focos mediáticos se posaran en su oscura parroquia. Ya entonces, opiné al respecto criticando su cobarde provocación. Ahora ha cumplido su amenaza, los previsibles disturbios en países con  una fuerte implantación del fundamentalismo islámico no se han hecho esperar. en Afganistán llevamos ya más de una decena de muertos y un atentado suicida contra la delegación de la ONU. ¿Por qué no criticamos de igual manera el fundamentalismo y la estupidez de los que se vengan en la ONU del fundamentalismo y la estupidez del pastor Jones? ¿Por qué lo observamos como algo inevitable y, quizás, hasta justificado?.
Si no soporto la intolerancia y el fanatismo de cristianos, tampoco soportaré la intolerancia, el fanatismo y la brutalidad de musulmanes.

2 comentarios:

Joan Carles Llurdés i Coit dijo...

És ben bé que Marx (Karl, no Grouxo) tenia raó: la religió és el veritable opi del poble. Val a dir que per a molta gent, també ho és el futbol.
Salutacions.

Mariano Puerta Len dijo...

Portem 100 anys de futbol i 3000 de religions.