Un preso político pasa cinco años en las cárceles uruguayas. Su familia se ha tenido que exiliar. Durante cinco años, su mundo más cercano no se ha movido o lo ha hecho de manera inapreciable. Sin embargo, fuera de la cárcel, aunque él no es consciente de ello, el mundo sí que se ha movido.
Sorprende recordar (¿pueden sorprender los recuerdos?) que hace treinta años el cono sur americano estaba gobernado por dictaduras y que sus opositores veían en Cuba su única esperanza. Mal que bien, todos esos países han recuperado la democracia y, si hay un lugar en el que muchos han perdido la esperanza de libertad, ése es Cuba.
sábado, 31 de julio de 2010
viernes, 23 de julio de 2010
La reina en el palacio de las corrientes de aire.
Bueno, ya hemos acabado con la mítica trilogía Larsson. La última de las novelas me ha recordado a las películas estadounidenses de deportes para adolescentes. Este subgénero se caracteriza por a) en mensaje de que la bondad tiunfa, b) un mensaje de que el esfuerzo triunfa, c) además de para a) y para b) la bondad y el esfuerzo sirven para ligar y d) una competición final en la que se demuestran a) b) y c). En este caso, la competición final se ha sustituido por un juicio.
¿Quiero decir con esto que no aconsejo leer el libro? No señor: el libro es muy ameno, como es amena Karate Kid. Si no lo recomiendo para el verano y la playa es porque son 850 páginas y pesa bastante en la bolsa de la toalla. A menos que hagas como José Manuel Lara, que dicen que corta los libros gordos con un cúter para tener que acarrear sólo con las páginas que está leyendo.
¿Quiero decir con esto que no aconsejo leer el libro? No señor: el libro es muy ameno, como es amena Karate Kid. Si no lo recomiendo para el verano y la playa es porque son 850 páginas y pesa bastante en la bolsa de la toalla. A menos que hagas como José Manuel Lara, que dicen que corta los libros gordos con un cúter para tener que acarrear sólo con las páginas que está leyendo.
martes, 13 de julio de 2010
Problemas de pareja.
Un matrimonio amigo mío está pasando una época complicada en su relación. Hace cuatro años, ella le dejó bien claro que las cosas debían cambiar, que sentía que necesitaba menos control de su marido e intentó imponer una serie de condiciones. Él estuvo mucho tiempo dándole vueltas al asunto, unos cuatro años, consultó a gente de leyes y acabó diciendo que ella podía salir de vez en cuando con las amigas y poca cosa más, que el vínculo del matrimonio es sagrado y nadie lo puede romper. Ella se enfadó mucho y este sábado amenazó con pedir el divorcio.
Él tiene amigos bastante brutos que le aconsejan prohibir a su mujer usar el apellido de soltera e, incluso, que le pegue un par de tortas si se desmanda. Son bastante incoherentes, le dicen, a la vez que ella sola es incapaz de hacer nada, que vale muy poca cosa y que por nada del mundo la deje escapar. Otros amigos de él son más tolerantes, "hombre, si quiere hacer cosas sola, que las haga, mientras no se pase". Otros, son ingenuos, "¿pero qué quiere, si la tratas como a una reina?". Con lo que les molesta a las mujeres que preguntes qué les pasa cuando están enfadadas y demuestras no saber por qué.
Los consejeros de ella no son mucho mejores. La peor es la suegra, "ya te dije yo que con este tipo no ibas a ningún lado. Tú lo que tienes que hacer es echarlo de tu casa (aunque la paguen enrere los dos)". Mi amiga intenta razonar, pero no hay manera: todo lo que venga de la familia de él es el demonio. El domingo mi amigo estuvo especialmente ingenioso, su mujer le rio algunas gracias y la madre de ella le afeó la conducta llamándola traidora. Algunos incluso recuerdan algunas tortas que repartió la suegra a finales de los ochenta.
Mi amiga también tiene amigos ingenuos. Son los que le dicen que deje a su marido cuanto antes y empiece a disfrutar de la vida en soledad con los amigos comunes. Como si fuese fácil mantener los amigos comunes como cantó ella baila sola. Y, cómo no, mi amiga también tiene consejeros moderados, los que le dicen, "tienes derecho a ser feliz, él no puede obligar a quedarte", "pues me voy", "mujer, no te lo tomes todo al pie de la letra, ahora no es el momento, quizás más adelante".
Creo que mis amigos no van a ningún lado con los consejeros que tienen. Tengo miedo de que acaben tomando decisiones basadas en las premisas equivocadas: que alguien salte de manera extemporánea, que piensen sólo en lo caro que resulta divorciarse, que estiren demasiado la cuerda para demostrar al otro que es necesario y al final se le rompa la cuerda entre las manos.
No es bueno convivir con quien odias, pero tampoco es bueno dejarse llevar por un prqueño rifirafe.
Él tiene amigos bastante brutos que le aconsejan prohibir a su mujer usar el apellido de soltera e, incluso, que le pegue un par de tortas si se desmanda. Son bastante incoherentes, le dicen, a la vez que ella sola es incapaz de hacer nada, que vale muy poca cosa y que por nada del mundo la deje escapar. Otros amigos de él son más tolerantes, "hombre, si quiere hacer cosas sola, que las haga, mientras no se pase". Otros, son ingenuos, "¿pero qué quiere, si la tratas como a una reina?". Con lo que les molesta a las mujeres que preguntes qué les pasa cuando están enfadadas y demuestras no saber por qué.
Los consejeros de ella no son mucho mejores. La peor es la suegra, "ya te dije yo que con este tipo no ibas a ningún lado. Tú lo que tienes que hacer es echarlo de tu casa (aunque la paguen enrere los dos)". Mi amiga intenta razonar, pero no hay manera: todo lo que venga de la familia de él es el demonio. El domingo mi amigo estuvo especialmente ingenioso, su mujer le rio algunas gracias y la madre de ella le afeó la conducta llamándola traidora. Algunos incluso recuerdan algunas tortas que repartió la suegra a finales de los ochenta.
Mi amiga también tiene amigos ingenuos. Son los que le dicen que deje a su marido cuanto antes y empiece a disfrutar de la vida en soledad con los amigos comunes. Como si fuese fácil mantener los amigos comunes como cantó ella baila sola. Y, cómo no, mi amiga también tiene consejeros moderados, los que le dicen, "tienes derecho a ser feliz, él no puede obligar a quedarte", "pues me voy", "mujer, no te lo tomes todo al pie de la letra, ahora no es el momento, quizás más adelante".
Creo que mis amigos no van a ningún lado con los consejeros que tienen. Tengo miedo de que acaben tomando decisiones basadas en las premisas equivocadas: que alguien salte de manera extemporánea, que piensen sólo en lo caro que resulta divorciarse, que estiren demasiado la cuerda para demostrar al otro que es necesario y al final se le rompa la cuerda entre las manos.
No es bueno convivir con quien odias, pero tampoco es bueno dejarse llevar por un prqueño rifirafe.
viernes, 9 de julio de 2010
No quiero quedarme sin opinar sobre la sentencia del Tribunal Constitucional.
El titulo no hace referencia a qué sentencia, pero supongo que es fácil adivinar que me refiero a la sentencia sobre la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña. Llevo días dándole vueltas al asunto, pero no acabo de formarme una opinión. Podría decir la fantasmada de que he esperado hasta hoy para poder leer la sentencia y sus fundamentos, pero es, obviamente, entira. No me he leído la sentencia, ni el Estatuto, como la mayoría de los cientos de miles que se manifestarán mañana sábado y, me atrevo a decir, como la mayoría de los sesudos columnistas y radiofónicos.
Me gusta el Estatuto que ha quedado, pero no me gusta cómo hemos llegado hasta él. Me siento como si hubiera ganado un partido con un penalti injusto.
Me molesta que los dirigentes de los principales partidos catalanes digan que el Tribunal Constitucional no puede llevar la contraria a lo que ha votado Cataluña en un referéndum. Si un referéndum puede contradecir una constitución, no sirve de nada la constitución. Me han recordado a ciertos presidentes de club que acusan a los árbitros hacerlo mal porque llevan la contraria a los espectadores. Sin embargo, ver cómo se maquinaba para escoger los árbitros eliminando a uno porque dio un cursillo sobre reglamento a un o de los equipos, cómo se mantenían los árbitros escogidos por otro equipo a pesar de haber acabado su mandato, cómo tras ver la jugada repetida en la moviola durante cuatro años eran incapaces de llegar a una conclusión común, ha dado poca credibilidad a los árbitros. Volviendo al fúbol, si hay dudas sobre la falta, mejor no pitarla. Si se ha visto al árbitro de fiesta con los directivos de un equipo, todas sus decisiones estarán bajo sospecha.
A ver si al final van a tener razón los nacionalistas. Yo quiero seguir queriendo ser español, pero no sé si los españolistas me van a dejar.
Me gusta el Estatuto que ha quedado, pero no me gusta cómo hemos llegado hasta él. Me siento como si hubiera ganado un partido con un penalti injusto.
Me molesta que los dirigentes de los principales partidos catalanes digan que el Tribunal Constitucional no puede llevar la contraria a lo que ha votado Cataluña en un referéndum. Si un referéndum puede contradecir una constitución, no sirve de nada la constitución. Me han recordado a ciertos presidentes de club que acusan a los árbitros hacerlo mal porque llevan la contraria a los espectadores. Sin embargo, ver cómo se maquinaba para escoger los árbitros eliminando a uno porque dio un cursillo sobre reglamento a un o de los equipos, cómo se mantenían los árbitros escogidos por otro equipo a pesar de haber acabado su mandato, cómo tras ver la jugada repetida en la moviola durante cuatro años eran incapaces de llegar a una conclusión común, ha dado poca credibilidad a los árbitros. Volviendo al fúbol, si hay dudas sobre la falta, mejor no pitarla. Si se ha visto al árbitro de fiesta con los directivos de un equipo, todas sus decisiones estarán bajo sospecha.
A ver si al final van a tener razón los nacionalistas. Yo quiero seguir queriendo ser español, pero no sé si los españolistas me van a dejar.
viernes, 2 de julio de 2010
El lamarckismo subconsciente.
Durante años, los darwinistas discutieron con los lamarckistas sobre el mecanismo de la evolución. Los científicos acabaron dando la razón a los darwinistas. en nuestro fuero interno, sin embargo, somos más proclives a creer en el lamarckismo. Un ejemplo. Hoy se ha publicado que se han identificado los genes que permiten a los tibetanos vivir confortablemente por encima de los 4000 metros. En Catalunya Ràdio, la locutora que daba la noticia ha dicho que "los tibetanos tienen algunas mutacions que no tenemos los que no estamos acostumbrados a la altura". La locutora parecía creer que acostumbrarse a la altura acaba generando las mutaciones en los genes, todo ello tras haber afirmado, esta vez correctamente, que una evolución tan rápida (en sólo 3000 años), requirió una mortandad terrible entre los individuos que no tenían la mutación.
martes, 22 de junio de 2010
El amigo americano.
Todas las novelas de tom Ripley te dejan desasosegado porque te cae simpático un asesino. En ésta, además, acabas convencido de que cualquiera puede convertirse en asesino o cómplice si se le motiva convenientemente y sin necesidad de recurrir al odio o la venganza.
Como efecto colateral, esta novela me ha servido para asombrarme de la evolución de las tecnologías. Los protagonistas, para conocer el impacto público de sus asesinatos, esperamban impacientes la aparición de las primeras ediciones de los diarios. Los protagonistas de "siete días de julio", ambientada treinta y cinco años antes hacían lo mismo. Treinta y cinco años después de la publicación de "The Ripley's Game" (el título original de la novela), a nadie se le ocurriría esperar a la aparición de una edición impresa de un diario para informarse urgentemente de algo.
Como efecto colateral, esta novela me ha servido para asombrarme de la evolución de las tecnologías. Los protagonistas, para conocer el impacto público de sus asesinatos, esperamban impacientes la aparición de las primeras ediciones de los diarios. Los protagonistas de "siete días de julio", ambientada treinta y cinco años antes hacían lo mismo. Treinta y cinco años después de la publicación de "The Ripley's Game" (el título original de la novela), a nadie se le ocurriría esperar a la aparición de una edición impresa de un diario para informarse urgentemente de algo.
domingo, 20 de junio de 2010
La mano invisible.
El panadero necesita que el carpintero le haga una estanterías nuevas. El carpintero necesita un nuevo taladro. El ferretero tiene ganas de ir al teatro. El actor quiere hacerse un bocadillo. Nadie satisface sus necesidades o apetitos porque la crisis aconseja no gastar. ¿Estamos seguros de que el capitalismo es el sistema económico perfecto? Sí, ya sé, llegará el día en que el actor tenga tanta necesidad del bocadillo que necesite comprarlo y se romperá el círculo vicioso de la crisis. Pero ¿qué pasaría si el actor llegase a tener tanta hambre que decidiese robar el pan al panadero en vez de comprarlo?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)