domingo, 22 de noviembre de 2020

Me la suda la política educativa

Esta semana se ha aprobado la enésima reforma educativa. Se conocerá, de ahora en adelante como lo Ley Celaá. Llega acompañada de un montón de polémicas: el castellano como idioma vehicular, la asignatura de religión, los recortes a las concertadas, el papel de la educación especial...

De todos ellos, el único debate que me interesa un poco es el de la educación especial. En los otros tres, tengo la opinión claramente formada y están tan arraigados en las agendas de los partidos que todos los argumentos que oigo me suenan a consignas políticas.

En la educación especial, no lo tengo nada claro. Todos los niños necesitan sentirse integrados y recibir un trato individualizado. Pero en cada niño estas necesidades, en principio antagónicas, tienen intensidades diferentes. La ley Celaá parece escorarse hacia la integración. No me parece ni bien ni mal.

En todos los índices de rendimiento académico, aparecen como líderes Corea del Sur y Finlandia. Dos modelos educativos diametralmente opuestos que sólo coinciden en dos puntos: dedicar muchos recursos a la educación y un gran reconocimiento social de los profesores. En realidad, es el mismo punto. Vivimos en sociedades capitalistas y el reconocimiento social es el salario. En Corea del Sur y en Finlandia se gastan mucha pasta en el sistema educativo, empezando por los sueldos de los profesores.

Vuelvo a la educación especial. Si diriges tus esfuerzos legislativos a la inclusión de los niños con necesidades especiales y no pones más dinero para conseguir que estos niños no se descuelguen, será un fracaso. Si diriges tus esfuerzos legislativos a crear escuelas especiales donde los niños que lo necesitan reciban trato individual y no pones más dinero para que el trato individual sea efectivo, será un fracaso.

Resumiendo: me la suda cómo es tu política educativa. Me importa cuánto te vas a gastar en ella.



sábado, 10 de octubre de 2020

El hándicap de la ficción histórica.

Estoy viendo Los Medici. Una serie italiana sobre la todopoderosa familia renacentista. Está muy bien hecha. La fotografía y los efectos especiales para recrear la Florencia del cinquecento son espectaculares. A Stendhal le daría un pampurrio. Los guiones están bien y la trama engancha. El problema es el suspense. En los primeros episodios, la saga está a punto de irse al carajo. El jefe de la familia está en la cárcel. La peste está a punto de arruinar la banca familiar. Todo apunta a que aquí se acabará la historia. La banda sonora te incita a creer que el fin está cerca. Pero hemos leído algo de historia, hemos visto las estatuas de Florencia erigidas en honor a algunos Medici ilustres, y el suspense se viene abajo.



sábado, 5 de septiembre de 2020

Muros que nos dan la libertad.

 Soy de interior. Cuando salgo a pasear, puedo empezar a hacerlo en dirección a cualquiera de los cuatro puntos cardinales. Los que viven al lado del mar tienen la mitad de opciones que yo. Objetivamente hablando, el mar es una barrera. Sin embargo, mucha gente que ha vivido cerca del mar, e incluso gente que no lo ha hecho, lo añora cuando está lejos. Paradójicamente, el mar es una promesa de libertad (ahora he quedado un poco Perales). La vista es el sentido del que más nos fiamos, y por eso es el que más nos engaña. Cuando llegamos a la orilla del mar, lo que vemos es una enorme extensión sin un solo obstáculo. Nada se oculta a nuestros ojos. Nuestra vista se siente libre y nosotros con ella. Aunque el mar sea el obstáculo.



sábado, 29 de agosto de 2020

Buenos tiempos para los antivacunas.

El mundo de las "Terapias Alternativas" tiene su principal argumento en "a mí me funciona" o "a un amigo le funciona". 

Les presentas un estudio científico que ofrece dos datos:

1. De mil personas que tomaron espinacas afganas, 300 mejoraron su resfriado.

2. De mil personas que no tomaron espinacas afganas, 300 mejoraron su resfriado.

En vez de llegar a la conclusión de que las espinacas afganas son irrelevantes para el tratamiento del resfriado, si conocen a alguien que tomó espinacas afganas y mejoró de su resfriado, te dirán que ese tratamiento es bueno.

En la Covid19, la mayoría de infectados han tenido síntomas leves o nulos. Todos esos pacientes que se han curado solos pueden pensar que les ha funcionado la hidroxicloroquina, el dióxido de cloro o la tortilla de patatas sin cebolla. Aunque, de momento, no hay ningún estudio científico que lo demuestre.

Uno de los aspectos que tiene más desconcertados a los científicos es, precisamente, la variabilidad de los síntomas. ¿Por qué algunos infectados lo pasan tan mal y por qué otros ni se enteran? Supongo que esta variabilidad también afectará a las vacunas. Y será tan complicado encontrar el mecanismo que genere anticuerpos, como acertar la dosis que resulta eficaz y segura de manera general. Como el desarrollo de la vacuna se ha convertido en una carrera frenética y la intención es realizar vacunaciones masivas, es probable que algunos vacunados reaccionen mal. Los antivacunas publicitarán a los cuatro vientos estos casos y recordarán los casos de los que se curaron con espinacas afganas. Y mucha gente les creerá.

martes, 25 de agosto de 2020

Estaba muy despistado.

Ayer encontré un whatsapp que le envié al entrenador de mi hija el 7 de marzo. Le decía que habían suspendido la carrera que pensaba correr el 15 y que podía contar conmigo para hacer de delegado.

Me contestó que "perfecto".

¿Éramos las dos únicas personas que afrontábamos con tal ingenuidad el coronavirus?

domingo, 16 de agosto de 2020

No hacía falta.

Recientemente, se ha desatado la polémica con la prohibición de fumar en espacios abiertos si no se puede mantener la distancia de seguridad. Se quejan los fumadores de que es una nueva cortapisa a su libertad.

Me parece absurda, pero no por restrictiva, sino por innecesaria.

Antes de esta prohibición, ya era obligatorio el uso de mascarillas en el espacio público, fuese cual fuese la distancia respecto a otros usuarios de la vía. Y yo no he visto a nadie fumando con mascarilla.

Con la mascarilla obligatoria, ya no podías fumar.  No te han prohibido nada.

O, a lo mejor, me equivoco. Y la nueva normativa es necesaria para que entiendas la normativa anterior.

jueves, 13 de agosto de 2020

Un camino hacia la Tercera República.

 La monarquía ha perdido buena parte de su prestigio. El CIS no se atreve a incorporar una pregunta sobre república o monarquía, por si acaso. Muchos reclaman ya un referéndum. Pero no es tan fácil. Cambiar el modelo de Jefe del Estado requiere cambiar la parte dura de la Constitución. Si creemos que la opinión de los líderes políticos representa la opinión de sus votantes, no hay mayoría cualificada para modificar la Constitución en ese sentido.

Sin embargo, hay una vía alternativa. Nadie puede ser obligado a ser rey, ni siquiera por la Constitución. El bisabuelo del rey actual ya recorrió ese camino. "Aquí os quedáis, que pintan bastos". Como no están las cosas para revoluciones, vivimos demasiado bien, habría que convencer al rey de que se fuera por las buenas. Para los Robespierres de salón, sería una gran decepción: ni juicio a los borbones, ni devolución de lo trincado. Pero, en fin, sería un advenimiento de la república tranquilo.

Me parece más fácil que convertir al republicanismo a un montón de monárquicos.