lunes, 27 de abril de 2009

Viajes por el scriptorium

Esta novela corta, o tal vez cuento muy largo, de Paul Auster es la más rara que he leído hasta ahora del autor, que ya es decir. Del título no hagas ni caso, como a Ruíz Zafón en La Sombra del Viento, se le ocurrió un título impactante y la única manera de asignarlo a la novela es reproducir el título de otra obra que aparece en la ficción. La habilidad para recrear la falta de meomoria del protagonista es admirable. Resumiendo: inquietante, clautrofóbica, sorprendente.

1 comentario:

Anouska dijo...

Paul Auster es uno de esos autores que tengo pendientes, de los que siempre estoy pensando que tengo que leer, pero luego por una cosa u otra, voy posponiendo. A ver si me animo tras tu comentario. Aunque... no sé si tengo el momento adecuado para atmósferas claustrofóbicas.