domingo, 2 de octubre de 2011

¿Por qué soy del Athletic?

Yo tenía 9 o 10 años. Aquel verano manresano ya habíamos jugado tres partidos contra los de la otra calle y habíamos perdido los tres. Nuestra alineación estaba clara: los grandes jugaban todo el partido, los medianos jugábamos bastante rato y, cuando faltaba poco para el final, nos cambiaban por los pequeños. Aquel día, Toni apareció con un primo suyo. El primo era un portento. Ganamos, 8 a 4 creo, y a mí me tocó dejar de ser uno de los medianos y jugar, como los pequeños, sólo un rato. Yo era el único del equipo que no estaba contento por la victoria.  Creo que aquel día empecé a entender por qué mi padre era del Athletic

6 comentarios:

Anouska dijo...

Y, además, le gustaba llevar la txapela bien puesta!
Besos para todos!!!

Joan Carles Llurdés i Coit dijo...

Com diríem doncs, "Aiva la hostia, Patxi".

Anónimo dijo...

Una posible segunda parte: Gracias al primo portentoso, Mariano empezó a superarse, jugaba mejor, y pasó a jugar siempre como los mayores (eso sí, alguien más pasó a chupar más banquillo). Además el equipo de la otra calle se esforzó para tener opciones de seguir ganando. Como Mariano pasó a jugar tan bien, cuando iba a visitar a su primo del pueblo, también podía jugar en su equipo, gracias a que el equipo de su primo permitía que jugasen los forasteros... Por eso dejé de ser del Atletic.

Un abrazo, Pepe

Mariano Puerta Len dijo...

Pepe, existe una segunda parte menos condescendiente con el tal Mariano. Dicen que lo suyo fue sólo una rabieta por no jugar y le acusaron de ser un egoísta que pensaba más en su provecho que el de su equipo. Lo que está claro es que estaba equivocado, sólo hay que ver los seguidores que tienen el Barça o el Madrid y los que tiene el Athletic.

Un abrazo rojiblanco horizontal.

Inma dijo...

Las niñas no pintábamos nada. Ni grandes, ni medianas ni pequeñas.
Aunque dice la mama que alguna vez me viniste a buscar porque os faltaba uno.
Jugué con el Castellbell a baloncesto unos años, bueno, jugar es un decir, era tan mala que solo pisaba la pista en los entrenamientos.
Pero como espectadora, nada se puede comparar a cuando el TDK Manresa ganó la liga, ese año fuimos los mejores y tal vez nunca lo volveríamos a ser. No creo que los aficionados del Barça o el Madrid puedan sentir una felicidad parecida.

Mariano Puerta Len dijo...

Ver al TDK Manresa ganar la Copa del Rey del 96 fue algo insuperable e irrepetible. Bueno, eso parecía, porque fue superado por ver al TDK Manresa ganar la liga.
Cuando el Bilbao llegó el año pasado a la final y la prensa hablaba de repetir el milagro manresano, no dejé de pensar que el Bilbao tenía el sexto o séptimo presupuesto de la liga mientras que el Manresa tenía el decimosexto.