Yo, en mi ingenuidad, pensaba que la labor de los políticos debía evaluarse por la gestión que realizan cuando gobiernan y por el control del gobierno y las alternativas que proponen cuando están en la oposición. Los movimientos en el mapa político catalán después de las elecciones me demuestran que, una vez más, estaba equivocado. Han dimitido Montilla y Benach, Puigcercós ha anunciado que no optará a la reelección como presidente de ERC. Si creyeran que han gobernado mal, no tendrían que haberse presentado a las elecciones. Sin embargo, dimiten tras los nefastos resultados obtenidos en las elecciones, con lo que, implícitamente, declaran que su trabajo principal es plantear campañas electorales. Dimiten cuando fracasan en la campaña, no cuando fracasan en el gobierno.
Por cierto, muchos votantes, menos de los que esperaban, pero muchos, los votaron a ellos sabiendo que probablemente no podrían gobernar. Los votados han tardado menos de dos semanas en desdecirse de su compromiso..
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3 comentarios:
¿Quines son los primeros que huyen del barco cuando se hunde? las ratas. Con esto está todo dicho.
Saludos
Si simplemente hubieran perdido su responsabilidad hubiera sido permanecer, pero cuando los resultados son tan inferiores a lo esperado, creo que es correcto dimitir y dejar paso a otras personas en las que un mayor número de ciudadanos pueda sentirse representado.
Con los resultados obtenidos, queda claro que lo han hecho mal, muy mal, y que es sensato que dimitan. Sin embargo, las encuestas preelectorales ya vaticinaban semejante descalabro y no dimitieron hasta después de las elecciones. Sospecho, por lo tanto, que estaban convencidos de mejorar los resultados en la campaña electoral. Estaban convencidos de que los ciudadanos valoraríamos su trabajo por la publicidad que harían de él, no por el trabajo en sí.
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