jueves, 25 de agosto de 2011

Las naciones.

Este verano he pasado unos días en Bretaña. Un día, al llegar al hotel por la tarde después de haber ejercido de turista, saludé a la dueña del hotel en francés y le pregunté cómo se decía en bretón "buenas tardes". No lo sabía. A mí, que no soy muy políglota pero que sé decir buenas tardes, bona tarda, boas tardes e incluso arratzaldeon, en principio me sorprendió,  es lo que pasa por mirar con ojos de aquí lo que pasa en otras partes. Francia es un estado profundamente centralista, sin embargo su prestigio democrático no se resiente por ello. Sus únicos nacionalismos periféricos que tienen cierto auge son los subvencionados por "potencias exteriores": Catalunya y Euskalherria. ¿Por qué en centralismo francés ha tenido mayor aceptación que el centralismo español?. ¿Qué han hecho bien los catalanistas y vasquistas del sur de los Pirineos? ¿Qué han hecho mal los españolistas?
Hace algunos meses, Anouska y yo empezamos un debate en este sentido, pero no lo continuamos.
P.D. Ésta fue la entrada: http://hoymehapasadoporlacabeza.blogspot.com/2010/07/no-quiero-quedarme-sin-opinar-sobre-la.html

4 comentarios:

Anouska dijo...

¿Dónde lo habíamos dejado?

Mariano Puerta Len dijo...

Nos quedamos en una entrada publicada el 6 de junio de 2010. Aunque ahora, más que sobre la bondad o maldad de un sistema, quería hablar de cómo se ha llegado a la aceptación de ese sistema. ¿Por qué el nacionalismo catalano-francés es folclórico y el catalano-español es potente?

Ramón Martín Cabeza dijo...

Yo dediqué un post que puede expresar mi opinión sobre lo que se ha hecho diferente a uno y otro lado de los Pirineos (http://opinionesdiscutibles.blogspot.com/2010/02/patriotismo-frances.html).

Mariano Puerta Len dijo...

Hombre, en lo de las dos guerras mundiales no había caído. Es cierto que, aunque desde el nacionalismo catalán se nos ha querido vender una historia de continua rebelión contra España, cuando los catalanes pudieron escoger entre ser españoles o ser franceses, escogieron ser españoles y plantar cara a Napoleón. Nos unió un enemigo exterior.